Salió el sol y se hizo la luz, y en nuestro rostro también. Los lanzamientos más recientes en sheet masks apuestan por la hidratación profunda con ingredientes específicos como extractos de kiwi y manzanilla, que se traducen en una piel de tono uniforme y luminosa. "Las mascarillas tienen múltiples funciones según el propósito específico para el que fueron desarrolladas -por ejemplo, la vitamina C ilumina, la miel regenera, etc.-, pero su objetivo principal es siempre hidratar.

Ese es su valor más importante, ya que en el skincare todo se trata sobre la hidratación; una piel seca, grasa, opaca o con acné, se relaciona con ese desequilibrio de agua. La mascarilla te expone durante 20 o 30 minutos a una hidratación intensiva que no permite evaporación, la piel está 'obligada' a absorber esos nutrientes, de ahí que, sumado a otros ingredientes como ácido hialurónico o vitamina C, sean muy efectivas para iluminar el rostro", explica Carolina Malis, especialista es cosmética coreana, país donde se originó el boom por este tipo de mascarillas. Respecto a su frecuencia de uso, Malis asegura que se pueden aplicar todos los días, aunque 3 veces a la semana es suficiente.