¿Con la mano, brocha o esponja?

Respecto a cómo aplicar la base, las técnicas dependen de las habilidades y preferencias de cada persona. "Yo siempre recomiendo aplicarla con la mano, porque en los dedos tenemos mucha más sensibilidad para esparcirla en el rostro, difuminar, llegar a los pliegues y que se vea natural. Con pincel o esponja, que, además, pueden ser caldo de cultivo de bacterias, si no se tiene la habilidad de hacerlo constantemente, la piel puede quedar rayada o con manchones", advierte Bernardita.

A diferencia del invierno, las condiciones del verano permiten llevar la piel del rostro más desnuda. En este acalorado escenario las características de la base debiesen ser de una cobertura baja o media, y de una textura más ligera que permita que se fije naturalmente sobre la piel, sin 'empastarla' y provocar que se corra con la transpiración. Así lo confirma la maquilladora Bernardita Silva: "al usar base lo que hacemos es borrar todo para empezar a generar volúmenes, pero este tipo de bases mantiene la textura real de la piel, con todos sus detalles -como por ejemplo pecas- empareja el tono y le da más luminosidad. Son ideales para el verano porque, como dejan entrever la piel, no tienes la necesidad de aplicarte rubor o bronzer para darle más color, ya que permiten que salga el rojo natural o el bronceado. Además, tienen un acabado más natural".