“A mis 30 vivo con Osteoporosis”: las consecuencias de una menopausia precoz
En diciembre del año pasado Isabel Farías (30) tuvo una caída que le provocó una fractura de columna. Desde entonces ha tenido que enfrentar dos cirugías y hace pocos días, en uno de los controles posoperatorios, el médico le dio una mala noticia: tendrá que usar un corsé estable del torso completo, muy incómodo. Además de extender su licencia por al menos tres meses más. ¿La razón? Su osteoporosis ha sido enemiga de su recuperación.
La osteoporosis es una enfermedad en la cual los huesos se vuelven frágiles y más propensos a romperse y se estima que 1 de cada 4 mujeres postmenopáusicas (a partir de los 50 años aproximadamente) la tendrá. En el caso de Isabel, eso ocurrió dos décadas antes debido a su Insuficiencia Ovárica Prematura (IOP), o también conocida como menopausia precoz, una condición que en Chile la sufre el 1% de las mujeres.
“Desde los 15 años tuve amenorrea secundaria que es cuando las reglas son irregulares. Con mi familia comenzamos a averiguar en diversos médicos, pero no fue fácil. Me dijeron que tenía que regular mi estilo de vida, comer mejor, hacer deporte. Pero a pesar de que hice esos cambios, seguí igual. De hecho, a mis 17 años ya no tenía menstruación”, cuenta. Fue a esa edad que la diagnosticaron con IOP, que se define como el cese de las menstruaciones antes de los 40 años.
Pilar Valenzuela es ginecóloga especializada en el área de Menopausia y parte de la Red de Salud UC Christus. Cuenta que ésta es una condición de la que la misma comunidad médica tiene poco conocimiento y poca conciencia, por eso a veces llega una mujer que dice que está sin menstruación y le preguntan si está estresada, lo asocian a algún factor como un cambio de peso repentino u otros. Algo que Isabel vivió en carne propia: “Me costó encontrar médicos porque éste es un diagnóstico complejo que no sólo tiene repercusiones físicas, sino que también psicológicas”.
Actuar a tiempo
Según la ginecóloga, si una mujer está con su ciclo natural, sin anticonceptivos, y se salta reglas o se le desordenan, es decir, en vez de cada 28 días ocurren cada 45 días o más, y esto se repite, entonces debe consultar. “No siempre las reglas irregulares son provocadas por una IOP; también puede haber otras causas como problemas a la tiroide, cambios de peso bruscos, estrés. Pero es importante que se considere entre las opciones, especialmente si van acompañadas de otros síntomas como bochornos, transpiración en la noche, disminución de la lubricación vaginal, dolor de cabeza, cambios anímicos, dolores articulares”, dice.
También es necesario revisar la historia familiar porque un 30% de las mujeres que sufren de IOP, tienen una mujer en su familia a la que le llegó la menopausia temprana.
En mujeres que usan anticonceptivos, hay que estar más alerta a estos síntomas. “Aquellas que usan pastillas que se toman por 28 días y que con eso les llega la regla de manera ordenada, pueden caer en insuficiencia y jamás enterarse. Incluso hay mujeres que llevan 15 años tomando anticonceptivos, las dejan de usar, no les llega la regla y no saben si eso pasó en el año dos o en el 14″, cuenta la doctora, y aclara que esto es un problema debido a que la IOP tiene efectos deletéreos en distintos sistemas. “Sabemos lo que les pasa a las mujeres que se quedan sin estrógenos antes de los 40 años y que no reciben ningún tipo de suplemento: estas mujeres se van a morir a edades más tempranas; van a tener más problemas cardiovasculares como infartos; más osteoporosis o fracturas; y también van a tener más problemas cognitivos como riesgo de enfermedad de Parkinson y Alzheimer”, agrega. Es decir, aunque tengan 20 o 30 años, las mujeres que presentan IOP sufren el mismo impacto en su salud que una mujer de 50 años a la que le llega la menopausia.
Por eso es que esperar un año sin menstruación es llegar tarde, como le ocurrió a Isabel. “El 29 de marzo me operaron por segunda vez y estoy esperando cómo avanza todo. Estoy tranquila, es difícil. Me gustaría que nadie más viva lo que yo he pasado”, confiesa.
Terapia de reemplazo
Según la ginecóloga, si estas mujeres son adecuadamente suplementadas con estrógenos hasta la edad promedio de la menopausia (50 años), los riesgos vuelven a ser los mismos que si no tuviesen esta condición. Por eso es importante comenzar el tratamiento lo antes posible.
“La terapia hormonal de reemplazo, que en este caso sí funciona como un verdadero reemplazo –a diferencia de la terapia hormonal de la mujer que ya tiene 55 años o más y que tiene el objetivo de disminuir los síntomas de la menopausia– tiene como objetivo suplir la falta de hormonas que naturalmente esa mujer hubiese tenido. Y es importante porque los estrógenos protegen los huesos y se encargan de mantener sano al sistema circulatorio, contrarrestando la aparición de factores de riesgo cardiovascular que ocurren con la menopausia”, explica la experta.
Pero tiene que ser una terapia adecuada. “Algunas pastillas anticonceptivas, por ejemplo, tienen estrógeno, pero uno más sintético. En el mismo caso de una mujer que toma anticonceptivos durante 15 años, obviamente eso es mejor a que no tome nada. Pero ahora que esto se ha estudiado más esta condición, se habla que el ideal es darle a estas mujeres las mismas hormonas que les faltaron”, agrega la experta.
El apoyo de una comunidad
Según Pilar Valenzuela una de las consecuencias más terribles y sufridas en las mujeres con este diagnóstico es la infertilidad. “Aquellas que tenían un proyecto de familia viven esto como la parte más dolorosa, que además es la única consecuencia que no podemos revertir”, explica. Y agrega: “Siempre hay alternativas de fertilización asistida con ovodonación, pero que una mujer se pueda embarazar con sus huevitos es algo que en muchos casos no se puede conseguir y las mujeres pasan por ese duelo”, agrega.
Por eso el 8 de marzo de este año Isabel creó la primera comunidad virtual de menopausia precoz, en Instagram @menopausiaprecoz, un espacio de apoyo y contención. “Desde que recibí mi diagnóstico inicié la búsqueda de información, de médicos que empatizaran con mi situación y también de una comunidad de personas donde pudiera compartir mi experiencia y escuchar a quienes podrían estar sintiendo lo mismo. Esto último no lo encontré. Fue difícil porque pregunté en varios espacios y no logré una respuesta positiva”, cuenta.
Esto la motivó a crear la comunidad en donde, dice, hoy ha encontrado contención. “La importancia que tiene la información y el apoyo cuando hay situaciones complejas como éstas, es tremenda. Ha sido una oportunidad para avanzar en diagnósticos complejos. Esta comunidad ha sido un impulso para cada una de nosotras. Y es que el apoyo de pares que están pasando por lo mismo es fundamental, lo sé porque yo no lo tuve. Son mujeres que te ayudan, escuchan y entienden. Y eso genera una red que contiene y que también informa. Mi diagnóstico fue tardío justamente porque no encontré la información rápidamente y por eso hoy tengo Osteoporosis, y quizás esta comunidad va a evitar que otras mujeres tengan consecuencias como las mías”.
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