Abuso sexual de nuestros niños: El peor error es creer que no podría pasarles jamás
Cuando se trata de hablar temas complicados con los hijos, como los abusos sexuales, muchas veces los padres no sabemos cómo abordarlo ni cómo educarlos al respecto. Aquí algunas luces.
El abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes es considerado como una de las peores formas de violencia infantil: causa profundos y dañinos efectos en su presente y desarrollo futuro. Y en Chile los números son altos. Según cifras del Centro de Estudios y Análisis de Delito, durante el 2019 se registraron cerca de 5.327 casos de abuso sexual contra menores. De esa cifra 4.520 corresponde a mujeres y el 807 a hombres. Además, en un 80% de los casos, el delito se comete dentro del ámbito familiar.
Es sumamente importante generar instancias educativas con nuestros hijos respecto a estos temas, para prevenir y desarrollar canales de comunicación claros. Sin embargo, como un tema difícil de abordar, muchos padres no saben por dónde empezar.
“Sobre todo, tenemos que acompañar. Nuestro trabajo como adultos y como cuidadores es poder explicar y hacer comprensible lo inadecuado de esta experiencia. Ocurre que los temas tabúes, como este, no se hablan mucho y hay que hacerlo. Es importante hacer un trabajo previo de poder conversar al respecto para poder prevenir y que los niños sepan poner límites cuando se sienten incómodos con el trato de un adulto”, aclara la psicóloga infantil, Claudia Estay.
Idealmente, esta educación debe comenzar desde pequeños, cuando ya se empieza a entablar una comunicación más directa o cuando empiezan a desarrollar el lenguaje. Lo recomendable es siempre hablar acerca de sus partes íntimas por su nombre, ya sea vagina, trasero, pene. No es necesario recurrir a palabras más “bonitas” o más “delicadas”. Lo importante es la claridad. “Efectivamente darle otro nombre a los genitales manipula la información que el niño tiene y puede ser confuso para ellos. Se debe comunicar que esas partes son especiales y privadas”, agrega Estay.
Desde su experiencia, Claudia comenta que ella educa a su hija expresamente que aquellas partes no son para hacer cosquillas y que el contacto que ellos como padres tienen es por temas de higiene, es decir, la tina o las idas al baño. Puesto que la mayor cantidad de abusos se genera con personas de confianza hay que ser claros con lo que los niños entienden por cariño. “Las caricias de los seres queridos no tienen que ser en esas partes. Cualquier contacto con tu cuerpo que puede ser incómodo se tiene el poder de decir no”, comenta.
Otro factor significativo que deben mantener en cuenta los padres, es que usualmente -según especifica la psicóloga- nadie cree que les puede ocurrir algo a nuestros hijos. “Si tu hijo te esta diciendo que una persona lo esta tocando, siempre hay que creerle. Uno puede, desde ese espacio de confianza, conversar íntimamente sobre lo que ocurrió ahí. No preguntarle muchas veces, sino que generar bien esta instancia especifica”, asegura.
Por último, ¿se hace una diferenciación entre géneros? De acuerdo a Claudia, no existe ninguna distinción en particular acerca de educar a los niños y niñas. Lo importante es mantener siempre franqueza y abrir estos espacios de confianza.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.