No son medicamentos, no producen alucinaciones y funcionan como superalimentos. Se trata de la llamada “medicina del bosque” -que forma parte del amplio reino fungi- y que, disponible en extracto en gotas, polvo y gomitas ya se produce en Chile como suplemento vegetal. Mientras algunos son comestibles, hay psicodélicos o alucinógenos, otros tóxicos y también algunos con beneficios en las funciones corporales del estrés oxidativo: los adaptógenos o funcionales, aquellos que cuentan con propiedades beneficiosas para el organismo humano.
Según la definición de Cleveland Clinic de Ohio, Estados Unidos, los adaptógenos “ayudan al organismo a responder al estrés, la ansiedad, la fatiga y el bienestar general y devuelven al organismo a un equilibrio estable al controlar los factores estresantes tanto físicos como mentales”. En otras palabras, son sustancias naturales que se utilizan para ayudar al cuerpo a adaptarse al estrés y mejorar la resistencia al mismo.
Clave es la distinción entre los hongos psicodélicos y los adaptógenos, que no contienen ningún componente alucinógeno o psicodélico, como la psilocibina (responsable del efecto psicoactivo de ciertos hongos comestibles).
“No son medicamentos, ni buscan reemplazarlos. No son tóxicos, ni tampoco son drogas, no están en ningún test; son suplementos vegetales naturales, libres de contraindicaciones y la gran mayoría cuenta con resolución sanitaria entregada por el Seremi de Salud”, explica Pía Cartes, periodista que tras encontrar alivio para los malestares provocados por la disautonomía de síncope vasovagal y fibromialgia asociada, decidió abrir su propia tienda para darlos a conocer. Así, en Bazar Fungi se venden diversos tipos de hongos funcionales de distintas marcas y en distintos formatos.
Hechos en Chile
No es lo mismo comer un hongo shiitake, que consumirlo como adaptógenos, dada su concentración. Uno de los productores locales es Fungi Pharma, firma chilena que desde hace tres años se dedica al desarrollo de extractos de hongos medicinales en gotas. En Chile - y en carpas adaptadas para el cultivo dándoles el clima que necesitan para su producción- cultivan los hongos para la posterior producción de los extractos.
“Usamos una proporción de 1:10, es decir, usamos 1 kg de hongos para 10 litros de extracto, el que elaboramos mediante un método de doble extracción (a base de agua y alcohol). Este extracto líquido doble garantiza que compuestos solubles en agua como en alcohol (principalmente antioxidantes como los triterpenoides) estén presentes en el producto final y biodisponibles para el consumidor”, explica Eduardo Violdo, de Fungi Farma.
Los adaptógenos no se recomiendan para mujeres embarazadas en periodo de lactancia o en personas con trastornos autoinmunitarios y personas con hipertensión.
En gomitas
En New Pharma, marca chilena dedicada al desarrollo y comercialización de suplementos alimenticios, apostaron por las setas hace un año. Hoy los venden en tres formatos: cápsulas, en polvo y como gomitas.
“Innovamos en el formato ya que queríamos evitar que los clientes lo perciban como un suplemento o remedio tradicional en pastilla o cápsula, ya que que un porcentaje importante de personas tiene problemas con la deglución. Además, logramos que fueran sin azucar añadida, sin gluten, y veganas”, dice Alfonso Carrillo, socio de New Pharma.
Shiitake, Maitake, Reishi, Chaga, Cordyceps, Melena de León y Cola de Pavo son los siete tipos de hongos adaptógenos cultivados por fungicultores de Chile, quienes procesan en sus instalaciones y están disponibles en algunas variedades con sabor a mango o naranja.
¿Cómo consumirlos?
Si se opta por extractos líquidos, lo ideal es tomarlos en la concentración recomendada por cada fabricante (20 o 30 gotitas) en la mañana, media hora antes del desayuno idealmente y en medio vaso con agua.
En el caso de las gomitas, en New Pharma recomiendan dos diarias y se pueden consumir juntas o separadas.
Tres tipos de zetas
Chaga: Muy recomendado para mujeres, tiene propiedades antienvejecimiento, de hecho este hongo legendario ayuda a equilibrar el sistema metabólico y mejora el tono de la piel.
𝗠𝗮𝗶𝘁𝗮𝗸e: utilizado en China y Japón hace al menos 3.000 años, ayudaría a disminuir niveles de insulina en la sangre, mantener un peso saludable, disminuir el colesterol y reducir la absorción de ácidos grasos.
𝗦𝗵𝗶𝗶𝘁𝗮𝗸𝗲: conocido por su uso en la cocina, también se usa como terapia alternativa natural. Podría ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial, y actuar en el sistema digestivo.