El aumento del apetito durante los meses fríos del año es normal. La doctora Manrique explica que se trata de un acto reflejo porque, al comer, nuestro metabolismo produce calor y eso crea la necesidad de consumir más alimentos cuando baja la temperatura. Pero esto no significa que en invierno se pueda comer pastas, pan y otras tentaciones a destajo. Hay alimentos que satisfacen los requerimientos corporales sin convertirse en kilos de más. "El tipo de nutriente y la temperatura en que se sirven los platos influyen en cuánto estimulan el metabolismo y, por lo tanto, en la cantidad de calor que generan", explica la doctora. "Por eso, no hay preocuparse tanto de si se come más o no, sino de controlar cómo y qué se come".
La doctora recomienda que no pasen más de cuatro horas entre cada comida. Si el lapso va a ser mayor, lo aconsejable es ingerir una colación hipocalórica para evitar que después se coma compulsivamente. "Tomar un café con leche descremada a media mañana es ideal, porque se trata de una bebida caliente proteica y poco calórica", explica.
Cada comida debe comenzar con una sopa liviana. "A mis pacientes siempre les aconsejo que congelen consomé de pollo desgrasado para usarlo como base de la preparación de un caldo al que se le agregan verduras cocidas y clara de huevo", explica la doctora. "La sopa aporta calor y proteínas, y también ayuda a establecer una rutina alimenticia esencial para mantener un orden y equilibrio en la dieta. Para que no aburra, basta con usar diferentes verduras cada día".
Como plato de fondo, lo aconsejable es preparar verduras salteadas usando spray antiadherente en vez de aceite y acompañarlas con alimentos de alto contenido proteico pero bajos en grasas, como, por ejemplo, pollo, pescado, pavo, mariscos, carnes rojas magras, clara de huevo y lácteos descremados. También está permitido comer tortillas preparadas sólo con la clara del huevo y en microondas, para evitar el uso de aceite. Consumir estos alimentos calientes es importante, porque la temperatura aumenta la sensación de saciedad y ayuda al cuerpo a entrar en calor. Para el postre, la doctora aconseja comer fruta con yogurt dietético o gelatina diet. ¿Y el desayuno? La doctora Manrique sugiere optar entre:
• Una taza de leche descremada con té o café con nutra-sweet; 50 gramos de quesillo.
• Un yogurt dietético; 30 g de quesillo.
• Una taza de leche descremada con té o café con nutra-sweet; 1 tajada de jamón de pavo cocido; 30 g de quesillo.
• Un yogurt dietético; un kiwi o media fruta grande.
• Una taza de té o café con nutrasweet; 1 tajada de jamón de pavo o 50 g de quesillo; 100 ml de jugo de naranja.
• Una taza de leche descremada con té o café con nutra-sweet; 40 g de pasta de ave con pimentón o con requesón.
• Una taza de té o café con nutrasweet; 50 g de atún al agua; media manzana grande.