El esqueleto de la hoja es de una hermosura extraordinaria y, limpio de restos, realza arreglos secos.
Materiales
• Una olla grande
• Cloro
• Detergente
• Hojas de nervadura gruesa
• Cepillo de dientes grueso
Instrucciones
Antes de proceder:
Elije hojas sanas y maduras, pero no viejas, con nervadura importante. Las de laurel, magnolia de hoja caduca, palto o pata de vaca son recomendables. Procesa hojas de la misma clase: no mezcles, ya que los tiempos de descarne no son los mismos en todas.
1. Para hacer el encaje botánico debes dejar las hojas en agua y esperar que se pudran (tardarán más o menos un mes. Si no tiene tanta paciencia, haz hervir durante 35 minutos las hojas sumergidas en una olla en la que se ha agregado una cucharada colmada de cualquier detergente por cada litro de agua).
2. Saca las hojas y pásales un cepillo de dientes para soltar la carnosidad y dejar solamente las nervaduras expuestas.
3. Una vez que las hojas estén desnudas, lávalas y mételas en un lavatorio lleno de agua a la que se ha agregado un chorro de cloro. Luego de dos horas, los encajes estarán blancos.