Allamand por Nicolás López
Ella: rubia, luminosa, rostro de Chilevisión y referente de la marca Vitamina en Chile. Él: director nerd que recién empieza a dejar las historias de superhéroes. Aquí Nicolás López explica qué diablos tiene en común con Ignacia Allamand, a quien dirige en su nueva película Qué pena tu vida, que se estrena el 21 de octubre.
Ignacia Allamand me odia. Bueno, no sé si me odia, de hecho, estoy seguro: le caigo pésimo. La culpa es mía, lo sé. Ignacia no ha visto ni un solo fotograma de mi nueva película Qué pena tu vida. Vale, tampoco es que ella sea una gran fan de mi trabajo y se muerda las uñas esperando mi próxima producción ("qué bueno que bajaste a la Tierra y dejaste de hacer cosas con superhéroes", me dijo al saber de qué iba la trama de la nueva), lo que sucede es que tiene un papel en ella. Y varios (muchos) de sus cercanos ya la vieron en una versión no terminada. Peor aún (¿o mejor?), todos le comentan lo bien que está en ella y lo sorprendente que es verla en un papel tan arriesgado… y freak.
No es una tortura sicópata de director-actriz, pero cada vez que nos encontrábamos en algún eventillo-con-onda después que rodamos, le prometía de guata que se la mostraría pronto. Nunca cumplí. Soy lo peor. Y eso que me invitó a su matrimonio. Y me tomé todo lo que se podía tomar. De hecho, soy tan asqueroso, que no alcancé a comprarle regalo de matrimonio. Eso sí, después le conseguí un libro-difícil-de encontrar a modo de regalo (el guión de Persona, de Bergman, una cosa artística de verdad) y quedé de enviárselo a su casa. Nunca lo hice. De hecho, está haciendo polvo en algún rincón de mi departamento.
Soy un roto, seguramente Ignacia piensa eso. Pero estoy tan seguro de lo increíble que está en la película, que apenas se vea en pantalla, lo afirmo, se le quitará cualquier manía que me tenga. O si no, me iré preso. Nada nuevo. A Ignacia la conocí en 2005 en el festival de cine de Valdivia, donde ella estrenaba Se arrienda, de Alberto Fuguet. Volvimos a encontrarnos en la edición del año pasado donde, entre otras cosas, compartimos un par de crudos y varias cervezas. Ahí descubrí que compartíamos algo en común, además de encontrar a Tiago Correa mino. Sucede que la Allamand tiene un sentido del humor jodidamente oscuro.
Y ahí enganché. Si alguien era capaz de soportar mis estupideces sin poner cara de asco e incluso responderme y dejarme callado (maravilloso el monólogo que se pegó esa vez sobre por qué consideraba tuitear, lejos, lo más estúpido del mundo), merecía un papel en mi próxima película. O sea, ni que fuera Almodóvar. Más que merecer, me parecía que era de los nuestros. De los que se toman en serio, pero no se toman en serio. Ignacia, al igual que yo, desde fuera, puede parecer pesada. Al conocerla, uno se da cuenta que sí, es pesada, pero de una forma maravillosa.
¿Quién es Ignacia en Qué pena tu vida? Úrsula Brunner. Una modelo adicta a mezclar pastillas y champaña, que muchas veces se queda pegada mirando un punto fijo en medio de una frase. Es extremadamente inestable, divertida, nazi, súper nazi, arribista, cree que no hay vida más allá de plaza Italia y es una de las conquistas de Javier Fernández, personaje interpretado por Ariel Levy, durante sus noches de perdición y soltería. Debo decir que he conocido a varias Úrsula Brunner e Ignacia también. Es un personaje que muchas actrices hubieran intentando abordar de forma más seria, sin encontrarle la comedia a la bestialidad de sus textos (irreproducibles para una revista de papel cuché como ésta). Es doblemente heavy porque el personaje también se burla de cualquier idea preconcebida que uno podría tener sobre Ignacia sin conocerla. En la vida real, Ignacia es mucho peor. Perdón, mejor, mejor…
Ignacia llegó a la filmación y no se equivocó en nada. Cero. Parecía un robot. En el mejor sentido de la palabra. Si eso existe. Y me muero de ganas que este 21 de octubre la película llegue a las mejores (y peores) salas del país, para que puedan ver a Ignacia como nunca la han visto antes y como siempre la he visto yo. Una actriz divertida, con mucho humor sobre ella misma, extremadamente jugada y demente. Como todos los que nos dedicamos a esto, la diferencia es que su demencia, al contrario que la mía (y de los dementes que me rodean) siempre se ve bien, especialmente cuando usa escote. Y vaya que usa un buen escote en esta peli.
De qué va Qué pena tu vida
Nicolás López define su nueva película como una comedia romántica en tiempos de facebook, que, según él, es mucho más difícil que los tiempos del cólera. "Se trata de un tipo (Ariel Levy) cuya novia termina con él, y entonces inicia el horroroso viaje a las profundidades de la soltería. ¿A quién no le ha pasado que termina una relación y empieza a sufrir por el acceso ilimitado al ex, a través de las redes sociales? Es divertido que en Hollywood se esté haciendo una película sobre los orígenes de facebook, porque son mucho más interesantes sus consecuencias".
El elenco es nutrido: además de Levy y Allamand, actúan Lucy Cominetti, Andrea Velasco, Ramón Llao, Paz Bascuñán, Leonor Varela, Marcial Tagle y un largo etcétera de rostros que aparecen a medida que el personaje de Levy transita por la ciudad. "Nos preocupamos por mostrar Santiago como una ciudad súper bonita y movida, y por incluir lugares nuevos como el Hotel W, las fiestas en el Castillo Hidalgo, los eventos Kararocker", dice López. La banda sonora también es de lujo: más de 35 músicos chilenos (desde Javiera Mena a Alex Andwanter y Francisca Valenzuela) participan en ella. "Y por último", advierte el director, "le vamos a pedir a la gente que en vez de apagar el celular en el cine, lo prendan. Así tuitean durante la película y salen bien prendidos".
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