Talentosa por familia

Ronco. Así habla Andrea García-Huidobro (25), la actriz que dirigió su primera obra de teatro, Patio, el año pasado. De su padre, el actor Cristián García-Huidobro, sacó el ñeque por la autogestión, y de su madre, la actriz Claudia Celedón, tiene recuerdos imborrables en la obra Cariño malo. Aquí, su vida actual en diez escenas.




1. Soy inquieta, me gusta la acción

No paro de hacer cosas: en julio estreno en el Instituto Arcos la historia de una novia que está a punto de casarse y el 14 de octubre presento en la sala Sidarte, Mía, una obra sobre trasplante de órganos ilegal. En 2006 protagonicé la película chilena 199 razones para ser feliz y en 2008 trabajé en la serie de TVN Gen Mishima. En La nana, de Sebastián Silva, era la hija mayor de la familia y en Gatos viejos, del mismo director, colaboré con el arte. Ahora estoy grabando un papel secundario en la serie de Chilevision Cartas de mujer. Entremedio ando en bici, voy al gimnasio y hago spinning. También flojeo.

2. No me sale fácil dirigir, pero me gusta mucho

Soy chica, estoy recién empezando y hay que tener cojones para dirigir. Son muchas las decisiones que hay que tomar y, si algo sale mal, la crítica te puede destruir. A mí se me ocurren ideas, imágenes, asociaciones, le pongo empeño. Con mis amigas dirigí la obra Patio el año pasado, la historia de una familia de cinco hermanas, apoyándonos en la técnica de la improvisación. Así empezó a surgir un personaje en ellas mismas. Si una era tímida, exacerbó esa timidez y era la más tímida de todas. Todos los problemas de la vida son teatralizables, pero lo que más me interesa es la familia. Cualquier tipo de familia.

3. De niña inventaba shows con mis amigas

Las manduqueaba, era la directora. Nos reíamos mucho, teníamos humor, aunque no mucha plata. Vivía súper apretada con mi mamá. Mi papá tenía mejor situación y me llevaba a comer rico y a comprar ropa. No tenía zapatos de charol de tienda fina, pero sí de Patronato.

4. Mi mamá era actriz de teatro, no de teleserie

Hizo una obra que se llamaba Cariño malo como 10 años seguidos. Se trataba de una mujer (interpretada por tres mujeres distintas) y su relación con el hombre. Yo me crié con esas actrices, veía como evolucionaban año a año. Me sé la obra de memoria: sabía qué venía en qué parte y cuánto duraba cada escena. Me quedaba en el asiento de atrás, observando. ¡Diez años observando! Una escena me marcó: mi mamá, vestida de rojo, boxeando al público con guantes de box, alucinante. Cada vez que la veía me emocionaba. Ella lo hacía demasiado bien. La encontraba seca. Me quedaba con la boca abierta.

5. Mi papá tiene una capacidad de trabajo impresionante

Y una memoria impactante. Inventa y se aprende 70 páginas de monólogo, solo. Yo nunca viví con ellos juntos. Tenía dos años cuando se separaron. No hay relación, nunca nos juntamos los tres. Yo me junto con él o con ella. No es raro para mí, no conozco otra manera, no sé lo que es tener papás juntos. Y ya no me importa.

6. Quiero una familia tradicional

Súper, súper tradicional. No quiero decir funcional, porque no sé lo que es eso. Me gustaría casarme, vivir en el campo, tener dos o tres hijos y un marido atómico: simpático, optimista, trabajador, que tenga mucho humor y que sea energético. Ahora no tengo pololo, pero he tenido hartos.

7. Pienso que ser actor es igual que ser médico

En un actor la concentración es lo más importante. Uno no puede llegar al escenario comiéndose un sándwich y una bebida. La actuación es un rito, y un trabajo que, si lo haces mal, puedes matar a alguien (o al menos hay que pensar en eso para hacerlo bien). Éste es un oficio difícil y profundo.

8. No estoy enojada: mi voz es así

Tengo problemas porque digo algo y me dicen "¡Pero no te enojís!". No me enojo, sólo que mi voz es fuerte. No soporto cuando me dicen "Relájate". La gente que me conoce sabe que no me enojo fácilmente. Pero me enoja que me digan que estoy enojada si no lo estoy.

9. Soy adicta al dentista

Siempre me hago cosas en los dientes. Me encanta. Ahora me estoy arreglando un par de separaciones que no me gustan. Además, me voy a sacar esta manchita que es como de descalcificación. Y eso que tomo mucha leche. Soy adicta a la leche. Todo lo lácteo, me mata.

10. Soy tímida, pero si me relajo soy un mono

A veces prefiero estar callada y observar. Mucha gente me dice "¿Qué te pasa? ¿tienes vergüenza? ". Sí, soy vergonzosa. Con gente que no conozco, me quedo calladita en un rincón. Y, si me meten conversa, trato de ser lo más educada posible. Soy súper atinada, no me desubico nunca. No me dan ganas de bailar ni hacer show en cualquier parte: eso lo hago con mis amigas. Ahí me relajo y soy un mono.·

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