Hace algunas semanas, un artículo titulado Pulmonary Vascular Endothelialitis, Thrombosis, and Angiogenesis in Covid-19 publicado en The New England Journal of Medicine, alertó sobre la relación que podría existir entre el uso de anticonceptivos con estrógenos y el riesgo de hacer una trombosis en pacientes Covid con síntomas graves. Según el texto, en estos casos la recomendación era suspender la anticoncepción.

Andrea von Hoveling Schindler, ginecóloga de Clínica Santa María y Hospital El Carmen de Maipú y delegada para Chile de la Red Iberoamericana de Salud Sexual y Reproductiva, explica que “lo que se sabe es que los anticonceptivos que contienen estrógenos que son el anillo vaginal mensual, el inyectable mensual, el parche anticonceptivo y las pastillas que regulan la regla, tienen un aumento de riesgo de trombosis”. Eso sin Covid. De hecho, un estudio de Lidegaard, publicado en el British Medical Journal en 2011, determinó que cada año, aproximadamente 10 mujeres de cada 10.000 usuarias de anticonceptivos con estrógenos hacen una trombosis, en cambio en las mujeres que no usan este tipo de anticoncepción, el número baja a 4 de cada 10.000 al año. Por eso –agrega la ginecóloga– siempre, antes de indicarlos, lo correcto es evaluar el riesgo general de la paciente, su historia médica y familiar. “Eso debería estar evaluado y advertido en el momento de iniciar uno de estos métodos anticonceptivos con estrógenos. No solo ahora durante la pandemia”, dice.

Ahora además sabemos que el coronavirus, sobre todo los cuadros graves, tienen un aumento de riesgo de trombosis. “Entonces fisiopatológicamente, en una persona que hace una enfermedad grave por Covid y que además usa estrógeno, puede aumentar más aún el riesgo de trombosis. Por eso es que en casos de cuadros graves que requieren hospitalización o inmovilización prolongada, la recomendación es suspender los métodos anticonceptivos que contienen estrógeno”, explica Andrea.

Aun así, es importante no alarmarse porque hasta ahora la recomendación es que en casos graves se suspenda de forma inmediata y que en casos leves no se suspenda pero, que esa mujer se comunique con su ginecólogo para evaluar caso a caso. “No se ha recomendado una suspensión preventiva masiva ni tampoco en mujeres con riesgo de contagiarse ni en mujeres que tengan cuadros asintomáticos o leves. Aun así, la anticoncepción es una decisión personal de la mujer, por tanto si hay mujeres que con esta información preferirían tomar la opción de cambiarlo, deberían comunicarse con su médico tratante”, agrega la ginecóloga, quien además es enfática en señalar que no se debe ni suspender ni hacer cambios de forma autónoma en los métodos anticonceptivos porque eso puede llevar a más problemas como un embarazo no deseado.

“Es importante que las mujeres entiendan que el riesgo de embarazo empieza de forma inmediata –muchas mujeres creen que al dejar las pastillas el riesgo comienza el mes que sigue– y persiste después de varias semanas de reiniciar el método. Y el otro riesgo de dejar la anticoncepción sin supervisión médica es que cuando uno hace suspensiones transitorias de métodos con estrógenos, cuando se reinicia un método con estrógeno aumenta el riesgo de trombosis, entonces estarían suspendiendo para protegerse del riesgo por el Coronavirus, pero al final se someten a otro riesgo”.

¿Anticonceptivos con o sin estrógeno?

Según la experta, todas estas recomendaciones están orientadas a las mujeres que quieren y necesitan seguirse cuidando. “Si una mujer quiere cuidarse con métodos naturales está en todo su derecho de hacerlo. Pero esta información es para las mujeres que quieren seguir cuidándose con alguno de estos métodos anticonceptivos, pero sin someterse a los riesgos a los que nos tiene expuesto el Coronavirus”, explica. Y agrega: “Los anticonceptivos que son en base a progestinas, que no tienen estrógenos, como es el caso del Mirena, los implantes subdérmicos, la inyección trimestral y las pastillas que no inducen regla –que son las que suelen dejar en la lactancia–, no tienen ese rol de aumento en el riesgo trombótico”.

La decisión de usar uno u otro depende de cada mujer, pero es importante que sea una decisión informada. “Los anticonceptivos con estrógeno y los sin estrógeno son igual de seguros desde el punto de vista de la anticoncepción. Los que tienen estrógenos tienen algunos beneficios que son no anticonceptivos que es frecuente que las mujeres busquen, como que ordenan el ciclo menstrual o mejoran el acné. Pero como anticonceptivos están en igualdad de condiciones, por tanto una consejería anticonceptiva completa debería incluirlos todos con sus riesgos y beneficios. Hay mujeres que dicen que no quieren el riesgo de trombosis y aunque uno les diga que en su caso es bajo, prefieren evitarlo. Por eso es importante que cuenten con toda la información para tomar una mejor decisión”, aclara von Hoveling.

Y concluye: “A pesar del método elegido es importante recordar que ningún método previene las infecciones de transmisión sexual (ITS) y por tanto cualquier método se debería combinar con preservativos porque ha habido un aumento progresivo de este tipo de infecciones y en pandemia, si bien no hay cifras, sí hay muchas advertencias a nivel de OMS que dicen que con la disminución de las consultas, del acceso a preservativos y de tratamientos de VIH podría haber un aumento explosivo de ITS en los próximos meses”.