Paula 1220. Sábado 25 de febrero de 2017.
De la más dura necesidad a un eterno de la moda. El estilo militar, army o como se le quiera llamar, se gestó en el periodo post Segunda Guerra Mundial, cuando no era el caso ocuparse de lo nuevo en telas, colores ni estampados, sino que todos los esfuerzos estaban puestos en la reconstrucción y las mujeres adaptaban, para su vestir, los uniformes de los combatientes. En ese contexto, fue la chaqueta verde oliva la primera prenda en hacerse notar.
[caption id="attachment_64967" align="aligncenter" width="682"]
The Sartorialist, Nueva York. Arriba (portada): Olivia Palermo, enero de 2017.[/caption]
En los 60, músicos como John Lennon y Jimi Hendrix, y los miembros de varios movimientos culturales antibélicos en Estados Unidos y Europa, la adoptan para protestar. 1968, año decisivo de manifestaciones, "aparece la primera chaqueta sahariana en la colección de Yves Saint Laurent", dice la historiadora Pía Montalva. La especialista añade que "en el siglo XXI se empieza a generar un estilo, como un todo que incluye, además, pantalones con bolsillos y estampados de camuflaje". Los primeros diseñadores y casas de moda en incorporarlos fueron John Galliano para Dior, Óscar de la Renta, Jean-Paul Gaultier, Comme des Garçons y Chanel. Desde entonces, es imposible encontrar una temporada sin al menos un guiño army.
[caption id="attachment_64966" align="aligncenter" width="683"]
Prada, ready-to-wear otoño 2016.[/caption]
Las colecciones otoño-invierno 2016/2017 propusieron una versión elegante. Para eso, desterraron los pantalones bombachos y los bototos gruesos, para abrirse a posibilidades más estilizadas como abrigos caqui hasta la mitad de la rodilla, con bolsillos grandes y cinturones de cuero o tela ajustados a la cintura, y chalecos y vestidos de punto en verde musgo, como se vieron en las pasarelas de Burberry, Marni, Prada, Valentino y Rag and Bone.
[caption id="attachment_64965" align="aligncenter" width="683"]
Dolce & Gabbana, ready-to-wear otoño 2016.[/caption]
El azul marino refresca este nuevo capítulo en piezas que serán icónicas, como la chaqueta ajustada con fila doble o simple de botones dorados y, si se quiere, aplicaciones en rojo, referencia al uniforme de gala de los militares estadounidenses (Givenchy y Dolce & Gabbana).
El verde oliva y azul, entre militar y aviador, se niega a desaparecer la bomber jacket, sobre vestidos y polleras elegantes, o junto a jeans muy desgastados, con stilettos para reafirmar lo femenino, o zapatillas blancas (nuevamente).
