Arte conceptual en Cerrillos
Más de 50 artistas, poetas y fotógrafos que han marcado el arte chileno desde 1967 hasta la actualidad, conforman la muestra inaugural del Centro Nacional de Arte Contemporáneo. La exhibición invadirá el edificio con obras que combinan eficazmente imagen y texto, reforzando su potencia conceptual para interpelar al espectador. Entre el 22 de septiembre y el 30 de enero. Ex aeródromo de Cerrillos.
Paula 1206. Sábado 13 de agosto de 2016.
En 1979, en la desaparecida Galería Cal –un espacio que funcionó en el zócalo de un edificio céntrico, durante la década del 70- el recientemente fallecido artista Carlos Leppe se vistió con un traje blanco, de tipo quirúrgico, y se hizo tonsurar en su nuca una estrella de cinco puntas, emulando el gesto realizado por el francés Marcel Duchamp, padre del arte conceptual, justo 60 años antes, en 1919.
En el muro de esta improvisada galería, Leppe proyectó el dibujo de la bandera chilena e hizo que la estrella de su cabeza reemplazara a la del emblema patrio. Atrás escribió textos como "La bandera de Chile, superficie transparente". Registrada en fotos blanco y negro, esta performance, conocida como Acción de la estrella, es uno de los documentos de body art más estudiados en las escuelas de arte de todo el mundo. Además, es parte de la colección del Museo Reina Sofía, de España y de la colección de Pedro Montes, quien la facilitó para que, en los próximos días, los vecinos de Cerrillos y el público general puedan conocerla en el contexto de la exhibición Una imagen llamada palabra, con que se lanza el Centro Nacional de Arte Contemporáneo.
Hoffmann's House. Si lo puedes hacer aquí, lo puedes hacer en cualquier parte. Dibujo de Mario Soro sobre papeleta bancaria. 2007.
Como Leppe, una serie de figuras intervinieron críticamente la cultura nacional durante los años 70 y 80, configurando el momento más denso y potente de la producción artística chilena. Un rasgo distintivo de estos trabajos es la combinación de imágenes y palabras, como una estrategia para crear mensajes críticos, muchas veces elaborados en clave metafórica, burlando la censura imperante en el Chile de la dictadura.
Portadoras de mucha energía y agudeza intelectual, estas obras se realizaron en un clima de limitaciones de toda índole y lograron convertir la precariedad de recursos en lujo conceptual. Así, fueron capaces de trascender su época y su territorio, para instalarse en la historia universal. En palabras del curador cubano Gerardo Mosquera (fundador de la Bienal de La Habana), esta escena de arte "es una de las más serias, discursivas y reflexivas del mundo".
Carlos Leppe. Acción de la estrella. Performance. 1979.
La muestra Una imagen llamada palabra se plantea, precisamente, como una gran puesta en escena de la estrategia combinatoria imagen-texto. El espectador común podrá enfrentarse a las obras desde una percepción fortalecida, pues no solo ve sino que también lee. Son mensajes conceptuales que disparan múltiples interpretaciones y que nos hablan de Chile y de nosotros mismos.
La exhibición parte con una obra de Vicente Huidobro, del primer cuarto del siglo pasado, como un antecedente ineludible de esta estrategia combinatoria.
La clave de la curaduría de la exhibición, realizada por el equipo encargado de arte del Consejo Nacional de la Cultura, es la combinación de imagen y palabra. Se trata de una estrategia para activar la carga crítica del mensaje visual.
Incluye también otras piezas de corte poético que ya son patrimonio, como las de Nicanor Parra, Juan Luis Martínez, Raúl Zurita, Claudio Bertoni y Cecilia Vicuña y, por supuesto, las obras referenciales del arte chileno más potente, como las de Juan Dávila, Eugenio Dittborn, Gonzalo Díaz, Carlos Altamirano, Paz Errázuriz y Lotty Rosenfeld. Son obras cuya sensibilidad atravesó hasta el siglo XXI, llegando ahora a la generación de artistas que bordea los 40 años, y que también han logrado presencia internacional con propuestas que incorporan problemáticas actuales como la desigualdad, el consumo, y los discursos dominantes, incluidos aquellos que operan dentro del mismo sistema del arte.
La exhibición inaugural del Centro Nacional de Arte Contemporáneo presenta un panorama completo y diverso de lo que ha sido la producción artística chilena más destacada, desde 1967 hasta ahora. La fecha de inicio coincide con el año en que el Aeródromo de Cerrillos – ahora remodelado como sede de arte- dejó de ser el principal aeropuerto de Chile.
Así, la exposición presenta también piezas de artistas como Iván Navarro, Carolina Ruff, Mónica Bengoa y el colectivo Hoffmann's House, entre muchos otros. Este último colectivo, conformado por Rodrigo Vergara y José Pablo Díaz, exhibe un trabajo muy interesante, que ejemplifica la eficacia cuestionadora de la fusión imagen-palabra. La obra titulada Si lo puedo hacer aquí, lo haré en cualquier parte consiste en dibujos sobre papeletas de solicitud para abrir cuenta en el Banco de Chile que encargaron a 72 colegas artistas.
Carlos Altamirano. Naturaleza muerta. Pigmento y óleo sobre tela. 1995.
El proyecto se presentó en Nueva York, en 2007, y alude al escándalo de las cuentas de la familia Pinochet en el banco Riggs norteamericano, en el que se señala la complicidad de la institución bancaria nacional. Respecto de la curaduría general de la muestra, Rodrigo Vergara señala: "Sin duda constituye una de la investigaciones más interesantes en cuanto a la artes visuales chilenas de los últimos años".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.