El arte popular de Marcella Echavarría
Colombiana radicada en Nueva York y Ciudad de México, es fundadora de ME Consulting, empresa enfocada en branding y desarrollo de productos sustentables. Ha trabajado para marcas como Norlha Textiles, referente en lujo sustentable por su labor con las comunidades tibetanas en China, Urban Zen, Odette Blum y Nuraxi. Para esta sección, eligió algunos de sus tesoros de innumerables viajes.
Paula 1222. Sábado 25 de marzo de 2017. Especial Moda.
Banco tallado | Colombia
"Donna Karan me encargó unos bancos de madera tallada por la comunidad Sikuani para su proyecto Urban Zen, que revaloriza lo hecho a mano. Cargábamos el camión con 30 bancos y una lugareña me preguntó por qué esa señora de Nueva York quería tantos: "¿es que allá no tienen sillas?", dijo. Lo que buscábamos, en realidad, era la poesía de esa comunidad, donde los hombres con hijas que ya son señoritas, toman un tronco del árbol llamado kaliawiri para tallar lo que imaginan serán sus vidas: sirena, doctora, mamá. El sueño del padre queda en un banco ritual que las hijas conservan como su más preciado objeto y sobre el cual también se sientan a pensar".
Mala| Tíbet
"Siempre llevo un mala, especie de collar de 108 cuentas que en la tradición budista se usa para meditar a través de mantras o palabras sagradas. Me gustan de turquesa, cristal o de alguna madera sagrada. Los descubrí en un viaje a la India junto a un productor de té orgánico. Las visitas a los jardines de té las lideraba el swami quién definía los procedimientos para cultivar el té siguiendo un método medicinal ayurvédico para las plantas. Sus exploraciones eran precedidas por una visita a un lugar sagrado. Fueron 20 días de conversaciones y caminatas por ríos y montañas en busca de cuevas milenarias donde estaban Sadhus, en altares improvisados en la mitad de la nada. En ese viaje entendí la razón de llevar el mala y todos los días decir 108 veces gracias".
Jaguar de cerámica | México
"En Los Altos de Chiapas, llegué a la comunidad de alfareras de Amatengo del Valle el día del entierro de una matrona. Día triste y de fiesta, había comida y bebida sin límites. De pronto todo fue silencio y nos reunimos entorno al fuego, donde se quemaron todas sus pertenencias, incluidos finísimos textiles. Entendí que el fuego transforma, conduce, lleva mensajes. Desde ese día colecciono jaguares de cerámica que se hacen con métodos prehispánicos, modelados a mano y cocidos con leña a cielo abierto, uno de los primeros actos de creación de la cosmovisión maya".
Cestas | Suazilandia
"En Swaziland, un pequeño país al sur de África, participé en un proyecto de innovación de los productos de una cooperativa de mujeres dedicadas a la cestería hecha con fibras de sisal y lutzindi. Iba camino a buscar sus trabajos cuando las vi de lejos caminando con sus hijos, todas con cestas de la semana envueltas en lindos textiles de colores vivos. De esa imagen de cuidado, respeto y orgullo por el oficio surgió la idea de mezclar la cestería con el textil, dando forma a una colección que sigue evolucionando y que puede comprarse en galerías en Europa y Sur África, y la página www.goneruralswazi.com".
Chuspa telar | Bolivia
En un viaje a Sucre me llamaron la atención las chuspas que usan las mujeres para llevar las hojas de coca, que las ayudan a resistir la altura. En una larga caminata me prestaron una bolsa y desde ese día uso una como amuleto y debido a su funcionalidad: tiene el tamaño perfecto, no pesa y se ve bien con todos los colores. Es originaria de la comunidad Tarabuco, donde la vida se narra en un textil hecho a telar con hilos de algodón o lana. Aymaras y quechuas narran sus historias a través de ese soporte que registra género, religión, oficio y estatus. ¿Qué más lujo puede existir que llevar una bolsa con tanto significado?".
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