Artrosis en mujeres jóvenes: un fenómeno cada vez más frecuente
Aunque la artrosis suele asociarse al envejecimiento, cada vez más mujeres jóvenes enfrentan esta enfermedad que afecta su calidad de vida. Factores como el estrés, el sobrepeso y las actividades de alto impacto están acelerando su aparición, pero los avances en medicina regenerativa ofrecen nuevas esperanzas.
Cuando se habla de artrosis, una escena esperable podría ser la de una mujer de unos ochenta años, sentada en un sillón con las manos entrelazadas sobre su regazo. Sus dedos están ligeramente deformados por la enfermedad, lo que le impide llevar a cabo tareas cotidianas como cocinar, tejer o escribir. Aunque la expresión de su cara refleja cierto cansancio, también transmite una calma resignada. El paso del tiempo ha hecho lo suyo con su cuerpo y con el deterioro de sus articulaciones.
La artrosis es una condición degenerativa que se desarrolla cuando el cartílago de las articulaciones se desgasta, dificultando su correcto funcionamiento. Este daño es un efecto natural del paso del tiempo, por eso, tradicionalmente se ha asociado al envejecimiento. Sin embargo, cada vez es más frecuente observar este diagnóstico en personas jóvenes y activas, especialmente mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2019, más de 528 millones de personas en el mundo vivían con artrosis, lo que representa un aumento del 113% en comparación con 1990. Aunque la gran mayoría de estos casos se presenta en personas mayores de 55 años, la Sociedad Española de Reumatología estima que la prevalencia de la artrosis en mayores de 40 años es del 29,35%, lo que equivale a más de 7 millones de personas en España y a más de 600 millones en todo el mundo.
Son diversos factores los que están contribuyendo a la aparición temprana de esta enfermedad: el sobrepeso y la obesidad —que añade presión adicional a las articulaciones— y el sedentarismo. En el otro extremo, también están las personas que realizan deportes de alto impacto como voleibol, running, crossfit y otras actividades físicamente exigentes. Además, condiciones como la diabetes o desequilibrios hormonales también pueden influir.
La artrosis afecta principalmente a las rodillas, las manos y las caderas, aunque puede comprometer cualquier articulación. Su progresión suele ser gradual, con síntomas que incluyen dolor, rigidez y una notable reducción de la movilidad. En etapas avanzadas, estas molestias pueden llegar a limitar significativamente la calidad de vida, haciendo que actividades cotidianas, como caminar o usar las manos, se conviertan en un desafío.
En el caso de Valeria Fuenzalida, periodista de 43 años, el desgaste comenzó en su mandíbula. Al principio fueron molestias al comer, hablar o reír, pero esta situación fue creciendo hasta volverse insoportable. “El dolor era tan fuerte que en ocasiones no podía abrir la boca. La molestia se irradiaba a la cabeza e incluso sentía un pitido en los oídos”, cuenta. Estos síntomas se agudizaban cuando Valeria sufría momentos de tensión o estrés. “A veces tenía crisis de dolor desde que me despertaba en la mañana, afectando a mi salud mental y emocional”.
Al consultar con un especialista y realizarse exámenes, recibió el diagnóstico de artrosis temporomandibular. “Esta es una afección común, que muchas veces se confunde con el bruxismo, ya que puede estar asociado a esta condición, pero ambos requieren tratamientos distintos. Un dentista puede corregir el bruxismo, pero no va a reparar el daño ya existente en la articulación”, explica el traumatólogo José Luis Pulido.
La esperanza de la medicina regenerativa
Cansada de este dolor invalidante, Valeria optó por un tratamiento con células madre. Su mamá lo había hecho antes por su artrosis en las manos y su dolor disminuyó casi al 100%, lo que le dio la confianza para intentarlo. El procedimiento es relativamente sencillo. Se trata de una punción con anestesia local. Generalmente, basta con una inyección única que da resultados por 5 a 10 años. “A los pocos días sentí los primeros cambios. El dolor disminuyó considerablemente y hoy puedo llevar una vida completamente normal”, cuenta.
Desde la década de 1990, el uso de células madre en medicina regenerativa ha avanzado significativamente, especialmente en el campo de la traumatología. Estas células han mostrado un notable potencial para reparar articulaciones dañadas, aliviar el dolor y mejorar la movilidad, lo que impacta directamente en la calidad de vida de los pacientes. En años recientes, el proceso de obtención de estas células también ha evolucionado. Mientras que antes se requería una intervención en pabellón para extraer células madre del propio paciente, hoy es posible acceder a ellas mediante bancos especializados, que las procesan y preparan según las necesidades específicas de cada caso.
“Las terapias con células madre son una herramienta prometedora en el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas y patologías degenerativas”, explica el doctor Pulido, especialista en este tratamiento, y quien ha ayudado a más de 500 pacientes. Entre las aplicaciones más destacadas se encuentran la artrosis en articulaciones como rodilla y cadera -evitando llegar a la cirugía de prótesis-, así como afecciones tendinosas crónicas, como la tendinopatía del manguito rotador, epicondilitis lateral (codo de tenista), tendinopatía rotuliana y tendinitis aquílea. “Estas condiciones, comunes en deportistas y personas activas, pueden beneficiarse de la capacidad regenerativa de las células madre”, agrega el doctor.
Hoy, Valeria describe este tratamiento como un alivio significativo. “Este tratamiento responde al dolor, no solo al físico, sino también al que se genera dentro de uno al enfrentar este tipo de afecciones que afectan tu día a día desde que te levantas”, señala. Para ella, la principal mejora ha sido poder enfrentar su día a día con mayor comodidad y funcionalidad, dejando atrás las limitaciones que el dolor constante imponía. El doctor Pulido destaca la trascendencia de estos avances. “Recuperar la movilidad, disminuir el dolor o eliminarlo, mejora significativamente la calidad de vida. No solo transforma el cuerpo, también el ánimo y la autoestima de las personas”.
* El Dr. José Luis Pulido, traumatólogo especialista en tratamiento con células madre, responde consultas y evalúa gratuitamente a través de su cuenta de Instagram @doctorcelulasmadre y por WhatsApp en el +56969099171.
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