Atreverse a ver porno

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Hace unos días se estrenó la serie documental de Netflix 'Hot Girls Wanted: Turned On', una producción que en su primer capítulo (llamado 'Arriba las Mujeres') aborda el porno producido por directoras. Mientras transcurría la historia, traté de hacer memoria sobre cuál había sido mi primera porno, pero no logré encontrar ningún registro importante en mi memoria. Solo recordé que, como a los 16 años, me quedaba esperando hasta la madrugada las películas 'hot' del canal Film Zone. Lo hacía a escondidas, con el televisor en el mínimo de volumen y atenta a que no entraran mis padres.

A diferencia de los hombres de mi curso, creo que entre mis amigas del colegio nunca nos juntamos a ver una película triple XXX. Ellos nos hablaban abiertamente de las tramas, actrices e incluso bromeaban con algunos nombres de las películas. Para nosotras, ese era un tema tabú. Ahora que ya ha pasado suficiente tiempo, pienso cuántas dudas sobre sexualidad hubiésemos aclarado hablando entre nosotras.

Pese a que la sociedad ha cambiado y que el consumo de pornografía por parte de mujeres ha crecido según cifras entregadas en 2018 por sitios como YouPorn, Pornhub y XHamster, todavía hay mujeres que no se atreven a verlo. Daniela Ulloa, sicóloga especialista en sexualidad de Clínica Indisa, señala que "el problema es que, para nuestra sociedad, todavía es tabú la sexualidad femenina; esto tiene implicancias en que algunas mujeres pueden sentir vergüenza o culpa de compartir aquello que les provoca satisfacción sexual".

Sin embargo, para la especialista hay un tema todavía más profundo: la relación autoerótica que debemos tener las mujeres. "Ningún elemento externo por sí mismo puede provocar satisfacción sexual si previamente no se ha realizado el trabajo de conocerse en su propia sexualidad; con esto me refiero principalmente a la masturbación. Es a partir de esta relación autoerótica que pueden ingresar otros elementos pornográficos e ir ampliando el entramado de la relación erótica, sexual y placentera. Si le damos lugar al autoerotismo, podemos identificar con mayor claridad cómo satisfacer nuestro deseo sexual y así elegir qué nos satisface y qué no", señala.

Porno para mujeres

"Cuando veo la pornografía común no es suficiente para mí. Quiero emoción, pasión, intimidad. Las personas que lo crean están más interesadas en el sexo que castiga a las mujeres y no tanto en mostrar un buen encuentro sexual. Muchos productores sienten que impulso demasiado la perspectiva femenina. Simplemente no es justo que solo hombres trabajen en la pornografía y que sean ellos quienes retraten la sexualidad humana a través del medio pornográfico", señala la directora de películas eróticas, Erika Lust en 'Hot Girls Wanted: Turned On'.

Sin duda, esta cineasta, como otras, han abierto un debate sobre la mirada masculina de la industria de la pornografía y la necesidad de una que satisfaga el deseo femenino. "Lust se aburrió del porno monocolor y monogénero. Ella estaba convencida de que un porno diferente era posible y que las mujeres tenían mucho que aportar a ese género", cuenta el sexólogo Rodrigo Jarpa, quien tuvo la oportunidad de entrevistar a la directora para el programa de televisión 'La cultura del sexo'.

Lo cierto es que para el sexólogo hay estudios que demuestran que las mujeres se excitan de cosas muy diferentes a los hombres. "Uno de ellos, es el de la sexóloga canadiense Meredith Chivers, quien analizó más de cien estudios en los cuales los niveles de excitación genital en hombres y mujeres eran medidos mientras veían videos eróticos. Los hombres reportaron cuan excitados se sentían manteniendo una alta correlación con sus medidas físicas. Pero no ocurrió lo mismo entre las mujeres: la gran mayoría sí se excitó físicamente, pero no se sintió excitada. En los análisis, se observó que los hombres heterosexuales se excitaban fundamentalmente viendo videos heterosexuales. Las mujeres hetero, por su parte, se excitaban físicamente viendo videos hetero, homo, contenido violento y hasta viendo escenas de sexo entre primates bonobos", detalla.

Para Daniela, antes de ver porno hay que preguntarse siempre: ¿qué me da placer? "No te puedes obligar a que te guste algo, pero si puedes darle lugar a lo que sí te gusta. Si no daña a otro ni a ti misma, debes explorar ese camino; y quizás algo que al inicio no te parecía atractivo puede empezar a serlo. Lo importante es respetar los procesos y tiempos de cada una", concluye.

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