La dopamina es un neurotransmisor o mensajero químico que transmite información entre las neuronas. El cuerpo libera esta sustancia cuando anticipa que se va a sentir bien por algo: comer rico, recibir un mensaje de texto o llamada, pero los estudios de salud mental se han enfocado en cómo se libera cuando se consumen sustancias como cocaína o metanfetamina. Quienes no se han enfrentado a adicciones podrán pensar que esto no se relaciona a su vida cotidiana, pero un ejemplo claro, es cuando empezamos a salir con alguien y estamos pendientes a recibir un mensaje de texto. Si sabemos que los mensajes siempre llegan por la mañana, se libera dopamina cuando abrimos los ojos, seguras de que al mirar el celular, estará el mensaje esperado.
"La dopamina es un correlato de cualquier conducta adictiva que se ha estudiado principalmente en relación al abuso de sustancias, pero también existen estímulos naturales que producen un aumento del tono dopaminérgico como el sexo o comer, que son esenciales en la humanidad y que se deben mantener activas para que la gente las repita", explica el psiquiatra de Clínica Alemana experto en conductas adictivas, Adrián Mundt.
La adicción, asegura Mundt, no es a la dopamina, sino que a la sensación de recompensa o de gratificación inmediata que se genera: "Es una gratificación inmediata que se siente y se espera repetir. El problema es que es un sistema de feedback dinámico". Esto quiere decir que si se da el estímulo en forma repetitiva y luego desaparece o baja su nivel, los estímulos más débiles no entregan la misma gratificación que antes y se generan síntomas de privación.
Los smartphones y las redes sociales son capaces de entregarnos boosts constantes de dopamina y este sobre estímulo podría reducir nuestra sensibilidad a ellos. ¿Qué quiere decir esto? Que los cinco "me gusta" que emocionaban al crear la cuenta de Instagram dejan de ser suficientes y ahora se necesitan 50 para sentir esa misma gratificación. También puede pasar que dejen de llegar "me gusta", o que la persona con la que estás saliendo deje de escribir: esto genera tristeza, hace sentir que algo falta. Mundt explica que "incluso se puede caer en un hoyo emocional hasta que el sistema se reconstruye de forma natural y se recuperan los receptores".
Con el objetivo de reconstruir el sistema y resetear las conductas, los altos ejecutivos de Silicon Valley están haciendo una especie de détox que el psicólogo californiano Cameron Sepah denominó "ayuno de dopamina" y que se basa en un control de los estímulos que ayudaría a aumentar la felicidad y mejorar la productividad de sus pacientes.
La importancia del celular
En la sociedad actual, el smartphone funciona como la extensión corporal y mental de muchos. Ver algo que nos gusta nos lleva a usarlo para tomar una foto; si queremos contar algo, también lo hacemos a través suyo; si queremos expresar una opinión, se expresan por él, y a diferencia del computador, que es estático o que no siempre está a mano por su tamaño, el celular siempre está cerca. En 2016, Adimark y Entel publicaron un estudio en chilenos que demostró que el 64% cree que su celular es más importante que un computador o un televisor, y más de la mitad aseguró que prefiere que se le queden las llaves dentro de la casa a que se le quede el celular.
El estudio Reuters digital news report de 2018 indicó que un 77% de los chilenos tiene acceso a internet y que el 71% usa redes sociales. En marzo de 2019 Cadem y la agencia digital Jelly, lanzaron un estudio llamado El Chile que se viene, uso de redes sociales, el 68% de los encuestados usa Whatsapp al menos cada una hora durante el día. Con esa misma frecuencia un 39% usa Facebook y un 35% ingresa a Instagram.
Resetear el cerebro
El primer paso para atacar una adicción es identificar el problema. La forma más fácil de hacerlo es revisando si hay comportamientos que interfieran con las actividades normales o las relaciones sociales. "Si por el uso del celular no haces tus tareas ni te puedes concentrar en clases, estaríamos frente a una adicción conductual", explica Mundt.
Es entonces cuando se necesitaría cortar con lo que genera la adicción, tal como se eliminan las drogas en un programa de rehabilitación. Según Sepah, "tomarse un descanso de las conductas que gatillan cantidades importantes de liberación de dopamina permite que el cerebro se recupere y se restaure a sí mismo".
Se entiende que una persona que usar su celular para trabajar y comunicarse no puede pasar semanas sin mirarlo, pero lo que se recomienda es avisarle a todos los cercanos que durante un día a la semana mantendrán el aparato en modo avión y no recibirán mensajes ni llamadas. Lo que se conseguiría, de resultar el ayuno, es que con el tiempo se deje de buscar felicidad o entretención en el smartphone, y las notificaciones se revisarán con menos frecuencia y no como respuesta al aburrimiento.