Paula 1131. Sábado 28 de septiembre 2013.
Francisco Bagnara decidió tomarse la ciudad para danzar con lo que encontrara a su paso. Grandes protagonistas de su proyecto, que exportó a Buenos Aires, son los perros callejeros, a quienes convirtió en sensibles partners.
Muy pocas personas imaginan que los perros callejeros pueden ser buenos compañeros de danza. Francisco Bagnara, coreógrafo y bailarín contemporáneo, siempre lo supo. Por eso los incluyó el año pasado en su video Las bestias, proyecto especial de titulación de Artes Escénicas en la Universidad Mayor, y en su trabajo Danza calles. "Quería bailar con los perros; yo sabía que podían hacerlo. Me gustan, les hablo, me siguen y me relaciono con ellos. Los animales que están en la calle hablan de la sociedad, de esas cosas que no queremos ver. De alguna manera mi trabajo es dar visibilidad a lo que está ignorado. Son muy pocas las personas que se encuentran con ellos y yo quise, con la danza, extremar esa relación bailando", explica.
La primera vez que Francisco bailó con un perro no sabía qué hacer. Recuerda que la danza fue muy sensible, porque el animal estaba deseoso de cariño: "Estuvimos mucho rato en un encuentro dentro del ruido de esta ciudad, en la Plaza de Armas. Se generó un espacio muy sensible y horizontal, versus la verticalidad de los cuerpos humanos y de los edificios. Los espacios horizontales de los perros cuestionan las leyes de esta ciudad, que va para arriba".
Danza calles nació en marzo de 2011, luego de que Bagnara se cuestionara los formatos de creación y los modos de producción de una obra de danza en Chile. Sin salas para ensayar o presentar sus trabajos, el bailarín pensó en ocupar la calle. Hacer desde lo que hay fue su primera premisa. Y, como en la calle hay perros, transeúntes, bancos, edificios y ruido ciudadano, todos estos elementos fueron incorporados a sus creaciones y a la de otros intérpretes que participan del proyecto. "Nos juntamos en algún lugar del centro, salimos a caminar y nos dejamos impresionar por los estímulos callejeros", dice. No hay coreografía previa sino composición instantánea, y la única música utilizada es la que produce la ciudad.
La película
Además de exportar su Danza calles a Buenos Aires y haber convencido a un centenar de bailarines de participar con él, Francisco Bagnara resultó favorecido con el Fondart 2013 para llevar su idea al formato audiovisual. En esta etapa participan bailarines de la talla de Paula Sacur, Carolina Bravo, Valentín Keller, Rodrigo Chaverini y Paulo Zamorano, entre otros. Luego, Bagnara hará una creación exclusivamente con perros de la calle.