Cuando hablamos de sustancias o funciones cerebrales que nos ayudan manejar el estrés o incluso a sentirnos más felices, por lo general pensamos en la serotonina o en la dopamina, porque son las más populares y sobre las que más se ha estudiado. Pero el psiquiatra y autor Drew Ramsey, entre otros especialistas, han sacado comenzado a hablar del factor neurotrófico derivado del cerebro, conocido por sus iniciales en inglés BDNF. La neurotrofinas o factores neurotróficos, son proteínas formadas por el factor de crecimiento nervioso, y están a cargo de que el sistema nervioso funcione correctamente, manteniendo y sanando las células cerebrales, así como a nuestros nervios.

El doctor Ramsey ha comentado sobre lo frustrante que es, que cuando se hable de psiquiatría siempre se tienda a pensar en la serotonina, la cual según él “es una molécula interesante e importante, pero ni siquiera está entre mis top 5 de las más importantes en relación a la salud del cerebro”. Y asegura, en cambio, que el rol de la BDNF es mucho más primordial.

Por otro lado, Mark Tuszynski de la Universidad de California, asegura que las proteínas BDNF son capaces de evitar la muerte neuronal, al menos en modelos de lesiones cerebrales en monos y ratas, así como la disminución cognitiva en los mismos animales pero más viejos. Y en su publicación Factores neurotróficos y ejercicio, María Fernanda Insua, investigadora del Laboratorio de Neurología del Desarrollo del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca, cuenta que como consecuencia del buen funcionamiento de las neurotrofinas, el cerebro presentará un mejor funcionamiento, mejor memoria y mejor estado de ánimo.

Esto último se vuelve bastante importante, especialmente en medio de esta “segunda ola” de pandemia, en la que una vez más nos vemos enfrentados al aislamiento y a todo lo que significa el no poder salir libremente de casa, ni ver a las personas que quisiéramos ver.

En conversación con el sitio web Well and Good, el doctor Ramsay explica que debiéramos preocuparnos más en proteger nuestras neuronas, evitando niveles altos de inflamación, pues “cuando tienes un exceso de inflamación, vas a impactar los circuitos del cerebro. Las investigaciones son claras en ese sentido. ¿Cómo se ve un cerebro inflamado? Bajo ánimo y ansiedad alta”. Y es precisamente esto lo que combatirían las BDNF.

Pero ¿cómo podemos asegurar su producción o buen estado, y así ver sus beneficios? Según el especialista, existen ciertos nutrientes que apoyan la producción de estas proteínas, entre los que destacan las grasas saludables Omega-3, que encontramos en distintos pescados, pero también en la soya, nueces, semillas de chía o semillas de linaza. También ayudan los flavonoides, antioxidantes que están presentes en el té verde, los frutos rojos, el kale o col rizada, el chocolate amargo y los tomates.

Un estilo de alimentación que incluye todos estos alimentos, y que en ese sentido sería muy beneficioso para ayudar a nuestro cerebro a soportar mejor situaciones de estrés y ansiedad, así como también a mantener la calma, es la Mediterránea, la cual destaca por la presencia de Omega-3 y de distintas frutas y verduras.