El rigor y la risa
Protagonizó La vida de los peces y En la cama, las dos premiadas películas de Sebastián Bize y, ahora, acaba de estrenar Bombal, de Marcelo Ferrari. Autoexigente y muy profesional en su trabajo, Blanca Lewin se enferma de la guata porque se come todo lo que le pongan por delante, le aburre el gimnasio y se lo toma con humor si le dicen que sale fea en la pantalla. Entrevista de Monserrat Álvarez en La poca vergüenza, de radio Paula FM. Lee aquí lo que antes escuchaste.
¿Cómo estás Blanca?
Estoy con una depresión horrible, no me puedo levantar. (risas)
¿Es verdad que se te pasó la mano con los somníferos?
Claro (risas). No, es que estoy enferma de la guata. Parece que comí algo que no debía.
¡Qué bueno saberlo! Me encanta que no seas de esas actrices que solo comen lechuga.
Yo soy buena para comer. Ahí está el problema.
¿Y cuál es tu plato favorito?
No tengo. Me como lo que me pongan por delante.
Acabas de estrenar Bombal. ¿Habías leído a María Luisa Bombal más de chica? ¿Qué feeling o qué acercamiento tenías tú a esa mujer?
Bueno, el primer acercamiento –igual que todo el mundo– fue en el colegio, que era como una lectura obligatoria, que uno no pescaba mucho, pero igual en ese momento como que me impactó. Y cuando Ferrari me llamó para este proyecto yo ya lo venía estudiando. La estudié como referente artístico literario de una época cuando, incluso, hice la teleserie Pampa ilusión, ponte tú. Entonces, era un tema que me venía dando vuelta hace mucho tiempo y yo sabía que en algún momento la iba a hacer. Así es que decir sí a este proyecto fue como obvio, como el cierre de un ciclo.
María Luisa Bombal, finalmente, cuando uno ve esa vida tan tormentosa, mirándola como desde los ojos de hoy día, ¿tú crees que era un genio creativo medio bipolar?, ¿o su vida y su muerte se explican por una simple pena de amor?
Por sobre todas las cosas, yo la miraba como una mujer tremendamente talentosa, o sea con un talento realmente desbordante, y claro, lo triste es que ella no supo cómo aprovechar este talento a
lo largo de su vida. Ella no solo fue transgresora en su época por el tema del que escribía, o por ser la mujer que era, sino que también su manera de escribir era única en su momento. Era una narrativa totalmente poética, o sea como que ya mezclaba los géneros en la novela de una manera que hoy se lee como algo muy fresco, muy nuevo. Yo creo que eso es lo interesante de ella.
¿Y respecto al amor?
Siempre esta voz femenina estaba relacionada con un amor que era un hombre medio ausente y que yo lo relaciono con su relación con Eulogio Sánchez, que fue un amante bastante ausente. Ellos tuvieron un idilio bien intenso, oculto. Pero este tipo viajaba mucho, entonces ella, de repente, se dio cuenta de que ya no estaba con él. Como que no leyó bien las señales de este gallo, y yo creo que eso la afectó a lo largo de su vida en sus otras relaciones. Yo creo que no lo logró superar esta relación nunca en su vida. Sobre esta como "bipolaridad" no lo sé, porque, probablemente, ella en su juventud puede haber sido un personaje mucho más alegre. Ahora, siempre le gustó la fiesta y la cosa social y todo, y de viejita, también. Pero parece que de viejita ya no la invitaban tanto a los círculos sociales, porque estaba cada vez más deprimida y más caída al litro. Y eso era muy doloroso, yo creo.
¿Y la apuesta de Bombal, de Marcelo Ferrari? ¿Cuál es el punto de vista que aborda sobre ella?
Yo creo que la película se concentra en la cosa de la obsesión amorosa del personaje. Y la película, además, es muy oscura.
¿Te gustó o te costó hacer a María Luisa Bombal?
Lo que más me gustó fue todo lo que tuve que investigar antes. Ese es el trabajo más rico para mí.
¿Cuál es el defecto que más deploras de ti misma?
Soy tan autoexigente conmigo misma que, a veces, dejo de disfrutar las cosas. Además, soy exigente con el resto. Como que yo espero de los otros el mismo grado de autoexigencia. Eso me ha llevado a pasarlo a veces muy mal en el trabajo, pero estoy madurando y aprendiendo a relajarme.
¿Onda que te peleas con los equipos?
No he llegado a pelearme con un equipo, pero sí a pasarlo mal por sentir que los otros no tienen el mismo grado de compromiso con el trabajo. Pero he descubierto que eso no es así. Que son distintas
maneras de enfrentar el trabajo nomás.
¿Cuántas veces en tu vida has tenido que recurrir al sicólogo o al siquiatra para lograr mayor equilibrio espiritual?
Mira, al siquiatra nunca, al sicólogo unas tres.
¿Cuál ha sido la terapia más freak que has tenido?
No soy esa gente que anda como detrás de Osho ni nada de eso. Yo he encontrado paz espiritual a través de otras cosas, incluso en los periodos en que uno descansa del trabajo y tiene tiempo para mirarse. Esa paz que tiene que ver con estar contento con lo que uno es.
Para calmar el nervio: ¿sexo, pisco sour, shopping o deporte?
Me gustan todos. Excepto lo del deporte, aunque llevo un par de meses haciendo pilates y me ha durado.
Yo pensé que todas las actrices eran muy disciplinadas con mantener el buen estado físico.
No me lo propongo como una disciplina de vida, sino que como una disciplina específica para el trabajo. Cuando tengo que preparar un personaje soy ultra rigurosa y disciplinada, pero para mi vida en general, no lo contemplo.
Cuando te miras al espejo, ¿qué parte de ti no logra conformarte?
Chuta, eh… No sé. Quizás algunos cambios que el cuerpo sufre con los años. Pero no demasiado, en realidad.
¿Y te afectan las críticas cuando te dicen que te ves mal con tal o cual look de alguna teleserie o de una película?
Mira, mucha gente me peló por el look que tenía en Peleles, que me veía espantosa, pero a mí me dio mucha risa. Lo más gracioso es que el día que salió al aire Peleles lo mal que me veía en la teleserie se convirtió en trending topic en twitter. Entonces, obviamente, yo esas cosas me las tomo con mucho humor.
No te puedo creer. Yo me muero. Me amargaría una semana entera si es trending topic que me veo mal.
Yo llegué al día siguiente a contarlo a la pega como lo más chistoso que me había pasado.
Entonces eres demasiado poco vanidosa.
Es que mira, puede que en mi vida personal yo sea, incluso, un poco más vanidosa, pero cuando estoy interpretando un personaje, estoy haciendo eso. No estoy en un concurso de belleza.
¿Te cuesta verte en la pantalla cuando apareces en escenas íntimas?
Sí, me carga, me carga. Lo encuentro siempre atroz.
¿Qué es lo que te carga de verte? ¿Que no te ves como te gustaría o el tema de la intimidad?
Es eso, verme demasiado expuesta. Pero obvio que a veces también pienso: "¿por qué no pusieron la cámara en el ángulo más bonito?".
Como que siempre te venden la pomada de que la toma va a ser súper sutil y finalmente no lo es.
Claro (risas). Es que la gente tiene distintos parámetros de sutileza, parece.
Y hablando de sexo, ¿qué cosa o circunstancia o actitud masculina logra anularte la libido por completo?
Es que en las relaciones largas como que todo vale, pero, en una primera instancia, que alguien quiera demostrar todo tipo de acrobacias me da mucho mono.
Un recado o un consejo al Presidente Sebastián Piñera.
¿Un consejo? No tengo para qué mandarle mensajes si ese señor no escucha a nadie. Pero bueno: educación de calidad y gratuita para todos.
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