Creadas inicialmente como una herramienta terapéutica para ayudar a niños y personas con espectro autista, ansiedad o trastornos sensoriales, las mantas de peso se han transformado también en un complemento para personas con problemas de sueño.
La estimulación de presión de tacto profunda (deep touch pressure) no solo entrega paz y tranquilidad, reduce también el cortisol y por ende, disminuye el estrés y aumenta la serotonina, ingredientes esenciales para un buen dormir y un descanso reponedor.
Lo que le da el peso a estas mantas son unas miniesferas o perlitas de vidrio casi imperceptibles -más pequeñas que las pelotitas de plumavit-, que están distribuidas uniformemente y cosidas en “bolsillos”. Las también llamadas mantas de gravedad se colocan entre la sábana superior y el cobertor ejerciendo una suave presión sobre el cuerpo, similar a un abrazo. Su peso puede ir desde los 2 hasta los 10 kilos, y la recomendación es que la masa sea aproximadamente el 10% del peso del usuario.
Dos testimonios
La llegada de la pandemia significó para la doctora María José Escaffi, internista especializada en vida saludable y mindfulness, una alteración de sus ciclos circadianos por mayor estrés. En este escenario, cuenta, comenzó a utilizar una manta de peso. “Al usarla me sentía más en calma y así podía conciliar el sueño de manera más rápida. Dejé de despertar en la mitad de la noche y por lo tanto me sentía más tranquila y con más energía durante el día. Noté una mejoría en mi calidad de sueño y desde entonces no la abandoné más”, cuenta la doctora de la clínica Mettabolic.
Y es que dormir con una manta de gravedad puede ayudar a reducir el cortisol (hormona relacionada al estrés) ya que se ejerce una presión suave y constante en el cuerpo. Tal como plantea Alejandra Contreras, neuróloga del centro especializado en sueño Somno: “hay investigaciones que indican que su uso podría aumentar los niveles de serotonina y disminuir el cortisol junto con aumentar los niveles de melatonina antes de dormir”. En este contexto, la seratonina puede contribuir a un mayor equilibrio emocional y una disminución de los síntomas ansiosos.
Eso es lo que vivió el cientista político Ronald Malta, de 27 años. “El sueño siempre ha sido un tema para mí, siendo recurrentes los insomnios o pesadillas. Durante el último cambio de estación comencé con episodios de sudoración excesiva en la noche y problemas para descansar”. Buscando alguna solución llegó a las mantas con peso. “Desde la primera noche sentí un cambio, sin más transpiración y logrando conciliar el sueño muy rápidamente. Así, pude recuperar un horario de sueño más constante, lo que significó un mejor estado de ánimo y de energía durante el día”, enfatiza.
“Investigaciones indican que el uso de las mantas de peso podría aumentar los niveles de serotonina y disminuir el cortisol además de aumentar los niveles de melatonina antes de dormir”.
Si bien estas mantas pueden generar cambios importantes, no son una solución única para todos. “Una rutina de sueño saludable sigue siendo necesaria para obtener suficiente tiempo y calidad del sueño. Pero si alguien cree que las mantas con peso podrían ser la pieza que te falta para ayudarte en alguno de los aspectos antes mencionados, sin duda vale la pena intentarlo y ver si te sientes más cómodo con ella”, concluye la doctora Escaffi.
¿Cómo elegir la correcta?
Hay distintas marcas y formatos. Existen mantas de peso para dormir, pero también tipo chal que se pueden utilizar para descansar o al estar sentados en un sofá. También el peso es variable, ya que hay que considerar factores como el peso corporal de cada persona y si ésta duerme solo o acompañada, además del tamaño de la cama. Para los niños la recomendación es utilizarlas por lo menos cuando pesen de los 15 kilos en adelante.
“En general mantas que pesan entre el 7% y el 12% del peso corporal suelen ser el rango para elegir, pero esto puede depender de las preferencias personales. Algunas personas podrían requerir un peso mayor para sentir una sensación de ‘abrazo’ y calma, mientras que otras podrían querer algo más ligero”, explica Escaffi.
¿Dónde encontrarlas?
Desde hace un año en Hypnos diseñaron sus propias mantas, las que fabrican en China usando materiales naturales y 100% libres de químicos. Además, cuentan con la certificación internacional textil OEKO-TEX 100 y están disponibles en distintas plazas y pesos. “Para cada tamaño de cama hay más de una elección de peso. Nuestros productos tienen siete capas de telas lo que hace que la manta sea fresca, suave y respirable. El peso se mantendrá siempre uniformemente distribuido gracias a los cuadrados de 15 x 15 centímetros que la componen y con la tecnología que se aplica al cocerlos, ya que evita la fuga de las perlas de vidrio. Hemos vendido más de 2 mil y ofrecemos seis meses de garantía”, cuenta Cristóbal Fernandez, uno de los socios de Hypnos. https://hypnoschile.com
La dentista Sofía Parot tuvo muchos problemas con el sueño de su hijo. Su terapeuta le dijo en su momento que comprara una frazada pesada para ayudarlo. A partir de ahí se puso a investigar y creó la marca Sensory, que ya lleva nueve años en el mercado. Sus mantas son elaboradas con polípero -pequeñas esferas de plástico- y son especiales para niños con trastornos sensoriales. Una de sus gracias es que se pueden lavar directamente en la lavadora. Para adultos, las fabrica a pedido en base al peso y altura de cada persona. https://www.instagram.com/sensorychile/
Tres claves
1. Se pueden usar en invierno y verano.
2. ¿Se lavan? lo ideal es lavar solo la funda, pero en caso de emergencia se puede usa la lavadora o mandar a la tintorería (dependerá de la capacidad de la lavadora).
3. ¿Abrigan? Su objetivo no es este, en invierno con el plumón por sí sola no te abrigará.