Cabaret a la mexicana
Jesusa Rodríguez, Liliana Felipe y Regina Orozco son las máximas exponentes del cabaret mexicano: humor sexy, crítico y popular como el teatro de carpa. Es como si La Negra Ester incluyera sátira política e improvisación. Estas mujerazas vienen a Santiago a Mil para hacer reír en serio.
Este género se instaló en México en los 80, cuando colapsó el sistema político e irrumpió la dramaturga Jesusa Rodríguez junto a su pareja, la compositora argentina Liliana Felipe, con obras dispuestas a desafiar el poder y a subvertir la regencia masculina y globalizante. Hizo un documental con textos del sociólogo Carlos Monsiváis, Víctimas del pecado neoliberal, y una protesta contra el multimillonario Carlos Slim.
Jesusa Rodríguez ha hecho su versión de íconos femeninos mexicanos: Coatlicue, su diosa de la fertilidad, se quejó por la visita del Papa: "Nunca se me proporcionó un mamamóvil, nunca me facilitaron la maquinaria para poder besar el piso del aeropuerto, nunca he hecho una gira mamal". Son precisamente mujeres las principales cultoras del cabaret. Jesusa y Liliana fueron las creadoras de teatro bar El Hábito, en Coyoacán, "el hoyo negro de la libertad de pensamiento" del que ellas eran "las Patronas" "medio decentes, medio putonas". Ahora se llama El Vicio y está a cargo de sus sucesoras, Las Reinas Chulas, actrices jóvenes a las que no se les va una. Nótese que la pelea femenina no es fácil: en México todo lo bueno es "padre", y todo lo malo "vale madre".
Megabizcocho
Se llama a sí misma "soprano vedette". Regina Orozco, alias la Megabizcocho –en chileno, la media mijita rica–, se hizo estrella en la película Profundo carmesí, de Arturo Ripstein. Es una célebre cantante de ópera que derivó al cabaret de la mano de Jesusa y que ha montado varias obras. A Chile trae el espectáculo con que festeja sus 35 años de carrera, Rosa Mexicano, en el que revisa la historia de su país desde la Conquista hasta la inmigración chicana. Se cambia de ropa ocho veces, cuál vestido más delirantemente mexicano que el otro, y canta grandes boleros, como Un mundo raro, de José Alfredo Jiménez. Ha dicho: "Es un espectáculo muy tequilero. Quien anda separada de México con puro punchis punchis, va a agarrar otra vez las raíces". Del 21 al 23 de enero, teatro Circus OK.
Darwin y el choclo
Dos obras de Jesusa y Liliana estarán en Santiago a Mil. Diálogos entre Darwin y Dios es una potente crítica al sistema político actual. Darwin trata de hablar por teléfono con Dios. No lo logra, y canta Gracias a la vida, de Violeta Parra, donde agradece a la transnacional Monsanto, dueña del maíz transgénico, el beneficio del cáncer. De eso trata El maíz, que denuncia la desaparición de los pequeños cultivos del choclo, en la que Jesusa ve la destrucción de su país. Liliana la acompaña al piano. El maíz: 15 y 16 de enero, Teatro UC, Plaza Ñuñoa. Darwin: 18 y 19 de enero, Mori Parque Arauco.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.