Es común escuchar que cortar las puntas del pelo hace que crezca más rápido, algo que la doctora Carmen Gloria Fuentes, dermatóloga de la Clínica Ciudad del Mar, desmiente: “El pelo está compuesto por células sin vida, lo que está vivo está en el cuero cabelludo, por lo tanto no afecta si uno lo corta. Esto no es equivalente a podar una rama de un árbol”. Pero ello no quiere decir que no haya que cortar, ya que, por ejemplo, es esa la manera de terminar con las puntas partidas, porque más allá de lo estético, son las culpables de un cabello quebradizo si no se mantienen sanas. Además, un corte esporádico también ayuda al volumen y le da cuerpo al pelo.
Existe la creencia de que hay que cortar las puntas cada tres meses, pero eso no es absoluto. La frecuencia depende del cuidado, los tratamientos a los que se exponga y el tipo de pelo. También depende del largo que se busque. Se calcula que el pelo crece alrededor de un centímetro al mes, por lo que “conviene cortarlo si se quiere conservar el largo”, recomienda la doctora Fuentes.
Por otra parte, la peluquera de Leonidas Hairdresser, Trinidad Vilches (@trinidadhair), explica: “Hay aspectos relacionados a la genética, porque no a todos nos crece el pelo de igual forma. En ese sentido, lo idóneo es mantener un rango de entre dos y tres meses para el corte, dependiendo del estado en que se encuentre el cabello. Según dice, es ese el período de tiempo en el que el pelo suele acumular un daño que hace necesario cortarlo para que sea vea más sano, algo que puede ser por la exposición natural o bien por tratamientos químicos. Además, aunque una persona no se aplique tratamientos o tinturas, el agua potable contiene minerales que deshidratan el pelo, algo que también se refleja en su apariencia y calidad y que lleva a la necesidad de cortarlo ante la deshidratación que genera.
En cuanto al mito de cortar las puntas en determinadas fases lunares -como en luna creciente para que crezca más sano o cuando hay luna llena para lograr una mejor regeneración y abundancia- ambas profesionales coinciden en que no hay estudios científicos que avalen esa teoría.
El otro planteamiento común que existe y que sí es real es el de cortarse las puntas justo antes de que comience el verano. Y la razón es simple: en esa época el pelo está expuesto a factores externos extremos como el cloro de las piscinas y la radiación solar, factores que que normalmente llevan a que se reseque, por lo que es bueno un corte previo para fortalecerlo y ayudar a prevenir esas agresiones.