Seguramente son varias las personas que han recibido la advertencia de no lavarse el pelo todos los días porque esto, supuestamente, podría provocar que se acostumbrase y, por ende, se ensucie más rápido. Y es que existe la creencia de que entre más aguantemos sin hacerlo, ayudamos a que el cuero cabelludo produzca menos sebo, aceite natural elaborado por las glándulas sebáceas.

Comprobar qué tan cierto es resulta casi imposible cuando se tiene que salir e interactuar con gente todos los días. Sin embargo ahora, en el contexto de aislamiento, la idea de hacer también un distanciamiento con los productos para el pelo suena tentadora. La pregunta es, ¿vale realmente la pena? Todo indica que no.

"No se puede entrenar el pelo porque la frecuencia de la producción de sebo no depende de ningún factor externo. El pH del cuero cabelludo está determinado por un tema genético y hormonal, pero que fluctúa dependiendo de la etapa de la vida. En la adolescencia, por ejemplo, suele engrasarse más", explica Karina Cataldo, dermatóloga especialista en patologías del pelo de la Clínica Bupa Santiago.

Según la experta, esto no quiere decir que los productos para el pelo no funcionen. "Sirven para eliminar la grasa presente y le avisan al folículo cuánto sebo debe o debería generar. Sin embargo, no hay nada a largo plazo que pueda modificar el pH. Por ejemplo, si estoy usando un shampoo para pelo graso, no quiere decir que no se me va a engrasar por unos días, va a ayudar a producir menos, pero la frecuencia va a ser la misma. Nosotros, de hecho, siempre recomendamos que quienes tengan pelo graso se los laven todos los días y quienes lo tengan seco, cada dos", dice.

Y es que pasar periodos largos sin lavarlo trae consecuencias negativas más que positivas. "Si hay mucho sebo en el cuero cabelludo se obstruye la salida del folículo y potencia la caída del pelo. En palabras simples, lo que pasa es que se tapa de grasa y esto provoca que se detenga el ciclo del crecimiento. Porque cuando no tiene salida, paradójicamente, interpreta que no puede seguir ahí", explica Karina.

¿Qué debemos hacer, entonces, para tener un pelo saludable? Las emociones, al parecer, son clave para fortalecerlo. "Muchos pacientes han presentado alteraciones en su cuero cabelludo, como la presencia de caspa, durante el encierro. Esto es porque al estar nerviosos o estresados, el sistema inmune hace que aflore un hongo que produce este tipo de patologías", cuenta la especialista. Según ella, hay un vínculo muy estrecho entre las emociones y cómo funciona la piel en general. Si una persona no se encuentra bien sicológicamente, se activa la inmunidad y la piel responde a eso. Por consecuencia, además de la caspa, se cae el pelo y aparecen lesiones cutáneas.

La alimentación, además, es primordial. "Quienes mantienen una dieta saludable, rica en frutas y verduras, deberían tener un pelo fortalecido si no presentan algún problema hormonal importante. Lo primordial es comer alimentos que contengan biotina, vitamina esencial para un pelo sano que se puede encontrar principalmente en frutos secos, palta, salmón y coliflor", concluye.