"California Here We Come", The OC

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Hace unas semanas me junté a comer con amigos y de pronto alguien dijo "pongan la canción principal de The O.C". Recuerdo haber girado la cabeza y, cuando vi que había sido mi amiga, la miré con aprobación. No escuchaba esa canción hace años pero cuando ella se atrevió a pedirla sentí que una profunda complicidad. Estábamos hablando el mismo idioma. En pocos minutos dimos con el soundtrackde ese drama adolescente que se estrenó cuando yo tenía 12 años.

Bastaron los primeros acordes para volver a mi yo adolescente; me vi parada frente a mi mamá en el departamento en el que vivíamos, pidiéndole a gritos que me dejara ver la serie. Todas mis compañeras hablaban de eso –creo que ya iban en la temporada en la que Marissa se hacía lesbiana y eso era lo más comentado del día– y yo, que no tenía tele en mi casa, era la única que no participaba de esa conversación. Mi mamá creía que la televisión era la causa de todos los problemas contemporáneos y hoy a mis 28 años yo estoy totalmente de acuerdo con ella. Pero entonces no hubo cómo pararme y mi mamá cedió.

Todos los jueves terminaba la tarea más rápido de lo usual, con la tele prendida, y esperaba con ansias que empezara a sonar el tema principal. Cuando lo escuchaba daba por terminado el día de estudio. Así me empecé a creer Marissa. Su cuerpo de caderas anchas era igual al mío y sus  problemas de adolescente rebelde e incomprendida eran los que yo creía que me estaban atormentando a mí. Pero la verdad es que nuestras realidades no se asemejaban en lo más mínimo. Por suerte.

En el 2007 se emitió el último capítulo. La serie, después de la muerte de mi personaje favorito, ya no era la misma. Y yo, con 16, tampoco. Pero hay parte de mí que siempre se va emocionar al escuchar California here we come, right back where we started from.

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