Paula 1119. Sábado 13 de abril 2013.
La actriz y ex modelo Catherine Mazoyer (33) vivió hasta 2009 presa de las dietas. Haber sido "la gordita" del colegio la llevó a consumir sibutramina –inhibidor del apetito cuya comercialización está prohibida desde 2010– desde los 15 hasta los 26 años. Hasta que tocó fondo y decidió dejar de torturarse y apostar por una alimentación saludable y el deporte. Este es el testimonio de cómo se reconcilió con su cuerpo. Su antes y su después.
Tras el cuerpo de Kate Moss
"Fui la gordita del curso hasta quinto básico, cuando me pegué un estirón. Pero en mi cabeza esa imagen se perpetuó a tal punto que mi complejo con el peso se convirtió en un trauma.
A los 13 años acompañé a una amiga a un casting de modelos y, para mi sorpresa, quedé yo. Recuerdo haber pensado: entrar al mundo de las niñas lindas, no me puede estar pasando a mí. Lo pasé bien frente a la cámara hasta la aparición de Kate Moss y la moda de las chicas con pinta de anoréxicas. Recuerdo en especial un casting. Llegué pesando 51 kilos, mido 1,73 m, pero me pidieron bajar cinco kilos más. Sabía que no lograría ser como la Moss, pero lo intenté. Fui a un médico y me presentó la sibutramina. Tenía 14 años y un año después comencé a consumirla. Llegué a los 48 kilos, pero no a los 46 que pretendía.
A los 15 años partí haciendo teleseries. Seguí tomando sibutramina y viviendo a dieta, porque la tele 'engordaba'. Andaba con una tablita de calorías en mi cartera, calculando no comer más de mil diarias. La sibutramina me producía taquicardia e insomnio. Tuve problemas de coagulación, evitaba por todos los medios tener contacto con espejos, y por momentos dejé de comer y me alimenté solo con quesillo y jaleas light. Dado que no se puede tomar por más de dos años, una vez que la dejaba aparecía un horroroso efecto rebote. Toqué fondo en 2009. Subí más de 10 kilos y llegué a la talla 44. Ya no reconocía mi cuerpo y fui al doctor. El diagnóstico fue que tenía un desajuste en la insulina y que mi sistema endocrino ya no funcionaba sin sibutramina. Todo lo que comía se convertía en azúcar. Los médicos me hicieron ver que tenía que desintoxicarme y que esta agresión física y sicológica tenía que parar".
Presente saludable
"Tardé dos años en recuperar mi cuerpo y que funcionara bien sin sibutramina. Recurrí a la hipnosis para tratar la ansiedad, pero no me resultó. Luego llegué donde la nutricionista Denisse Charbin que hace auriculoterapia. Tiene principios similares a los de la acupuntura, pero se aplica en 120 puntos reflejos que se encuentran en cada una de las orejas, y en lugar de agujas ocupa semillas vegetales. Me cambió la vida. Tan importante como el nutricionista fueron mi sicóloga y mi siquiatra.
"Para dejar de ver la belleza como un sacrificio transité un camino largo y doloroso. Mi cuerpo era un obstáculo. Lo sentí así desde niña".
Cambié mis hábitos de alimentación. Después de darme vueltas por 80 médicos –el número no es una exageración– puedo decir que aprendí que hay que comer de todo, pero poco. Como cada tres horas para acelerar el metabolismo, ya no me muero de hambre y nunca más me subí a una pesa. Desayuno una taza de té, una lámina de pan con jamón de pavo y cereal con leche de soya. Al almuerzo mezclo en una fuente gigante espinaca, tomate, palta, zanahoria, champiñones y todas las verduras que encuentre, con almendras, fruta confitada, atún y sésamo. Aliño con limón, eneldo y sal, sin aceite. Si no es ensalada me hago pollo con champiñones al curry, cebiche, y si me salgo del régimen compenso al otro día con lechuga y atún. Tomo dos litros de agua filtrada al día. Entre comidas, consumo yogurt light y galletones integrales.
Además, comencé a moverme. Yo, que era súper sedentaria, ahora voy todos los días al gimnasio por las mañanas. Durante una hora hago ejercicios de cardio y 400 abdominales. Se me quitó el insomnio y mi problema con la insulina ya está regularizado. A los 33 años puedo decir que ya no me torturo. Ya no más".
¿Qué es la auriculoterapia?
Terapia complementaria china que sostiene que la oreja es un espejo del cuerpo. Su forma representa la posición del feto invertida, donde el lóbulo es la cabeza, el interior el abdomen y el reborde externo representaría la parte corporal. Cada una contiene 120 puntos reflejos que están relacionados con distintos órganos. Punzando estos terminales con semillas, agujas, cuarzos o esferas de metal, se ha conseguido el control de la ansiedad para bajar de peso. La nutricionista Denisse Charbin realiza esta terapia en Augusto Leguía Sur Nº 79, Edificio Centro Golf, oficina 711, Las Condes, fono 2335 9532, cel 7998-3257, correo: info@nutricionyauriculoterapia.cl