Paula 1172. Sábado 25 de abril de 2015.

La artificialidad y brillo del charol se asocia en esta temporada con la lana y otros materiales nobles, para concluir en tenidas de peculiar elegancia.

Cuando hoy en la moda la consigna es mezclar sin límites, no es de extrañar que materialidades tan distintas y contrastantes como el charol y la lana se hayan reunido. En las más recientes semanas de la moda se vio a este elemento ultra brillante –trabajado en cuero o en piezas que simulaban ese proceso de barnizado– junto a, por ejemplo, suéteres de lana de punto grueso y abrigos de paño, logrando tenidas chic y adultas.

El otoño-invierno 2014 de Miu Miu, la primavera-verano 2015 de Louis Vuitton y Burberry, el otoño-invierno 2015 de Topshop Unique son, hasta la fecha, los más emblemáticos exponentes de una tendencia tan femenina como valiente que se muestra en looks armados con polleras midi y maxi suéteres, abrigos brillantes combinados con piezas de telas naturales, e intervenciones de charol en trenchs de gamuza y chaquetas de jeans.

En las calles del Hemisferio Norte el mix se ha visto en tenidas de minis y polleras lápiz de charol en todos los colores posibles, acompañadas de partes de arriba de lanas o de algodón, que contrarrestan la apariencia artificial de este material. Las más clásicas han optado por acotar su uso en botas y carteras.

Si hace un tiempo lo que llevaba la batuta era la mezcla y choque de estampados de todos los tipos, hoy, definitivamente, esa fórmula fue reemplazada por la contraposición en una misma tenida de texturas dispares. Y la reina de la tendencia es, sin duda, la convivencia del brillante charol, con tejidos y lanas de noble apariencia.

Topshop Unique, otoño–invierno 2015-2016

Topshop Unique, otoño–invierno 2015-2016