El cerebro, como cualquier otra parte del cuerpo, necesita alimentarse. De su nutrición depende de su correcto funcionamiento y, de hecho, numerosos estudios han arrojado que la escasez de ciertas vitaminas y minerales pueden generar deterioro cognitivo. Por esto, una buena dieta es fundamental para reducir esta degeneración y para saber qué tipo de nutrientes hay que priorizar. La doctora en Ciencias Químicas Biológicas de la Fundación Ciencia Impacta, Karla Padilla describe algunos cinco.
- Omega 3: El deterioro cognitivo se debe a varios factores, uno de ellos es la falta de ácidos grasos polisaturados, particularmente el ácido docosahexaenoico (DHA), el cual cumple una función importante en la comunicación de las neuronas. Según explica Karla Padilla, el DHA favorece la neurotransmisión en el hipocampo (estructura involucrada en la formación de la memoria), facilitando la comunicación entre las neuronas. Una dieta alta en este componente favorece la mantención de las funciones cognitivas. El Omega 3 se encuentra exclusivamente en los pescados o en sus aceites. También se ha visto que este ácido se consigue transformando los ácidos grasos de las semillas de chía.
- Vitamina B: Otros nutrientes importantes a considerar son las vitaminas del grupo B, particularmente la B6 y B12 ya que tienen un efecto neuroprotector, es decir, resguardan a las neuronas manteniéndolas sanas y evitando su muerte. Además, estas vitaminas están involucradas en la síntesis de neurotransmisores. Se encuentran principalmente en carne de vaca, salmón y sardinas. Para aquellos que mantienen una dieta no animal, se consiguen a través de cereales fortificados con B12.
- Antioxidantes: Los antioxidantes cumplen una función fundamental ya que protegen contra el estrés oxidativo, el cual provoca un deterioro funcional orgánico. “Ha habido contundentes estudios que una dieta alta en antioxidantes previene el estrés oxidativo, así como también puede llegar a prevenir la demencia”, explica Karla. El alimento por excelencia en antioxidantes es el arándano, el cual se recomienda aún más por ser bajo en carbohidratos. Las verduras más populares por sus propiedades antioxidantes son el brócoli, la zanahoria, calabaza, acelga, pimiento verde, coliflor, entre otros.
- Vitamina K: La vitamina K se caracteriza por sus beneficios al organismo, como dotar de mayor salud a los huesos. Sin embargo, estudios recientes coinciden en que esta vitamina tiene una participación importante en las funciones cerebrales, especialmente en la cognición. Se puede encontrar en algunas frutas como los arándanos e higos, también en a carne, quesos, huevo y hortalizas de hojas verdes, como la espinaca, brócoli y lechuga.
- Triptófano: El Triptófano es un aminoácido que sirve para sintetizar serotonina, la cual se encuentra en muchos procesos fisiológicos pero también en algunos cognitivos como el aprendizaje y la memoria. Generalmente se encuentra en alimentos ricos en proteínas, como: nueces, semillas de calabaza, carnes de pavo o en el huevo.