Labiales de larga duración: Claves para una aplicación exitosa

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Cuando no queremos maquillarnos pero queremos darle más intención al look, una alternativa fácil y rápida es aplicar un labial. Cualquier color que se elija, incluso los tonos nude, van a dar un cambio radical al rostro y posiblemente aportarán esa gota de confianza que se necesita para empezar el día.

Pero para que el efecto se mantenga a lo largo de la jornada, la clave es usar labiales de larga duración, los cuales en pocos pasos quedan perfectos. Y aunque algunas personas les tienen miedo, pues tienden a resecar los labios o manchar el contorno de la boca, siguiendo simples consejos se les puede sacar partido.

Antes de empezar

"Debes tener los labios completamente limpios, sin residuos de productos previos como desmaquillantes bifásicos, bálsamos labiales, brillos, aceites y otros productos que impidan que el labial se fije a la superficie", explica el maquillador Marcelo Bhanu. Además, hay que cuidar que los labios estén libres de cueritos- típicos en las temporadas más frías-, pues dificultan la aplicación del producto y hacen que se vea levantado o con protuberancias.

"Puedes exfoliar los labios con un poco de azúcar y aceite o vaselina formando una pasta suave y untable que sea fácil de frotar de manera circular por sobre la superficie", recomienda Marcelo. "Hazlo con movimientos suaves para no provocar heridas o irritación y termina retirando la mezcla con un pétalo humedecido en agua, cuidando que no queden residuos".

La cantidad justa ¡No más que eso!

Los labiales de larga duración más efectivos suelen venir en formato líquido, lo que ayuda a una fácil aplicación pues se deslizan suavemente por la boca. "Tienen una mayor concentración de pigmentos, por lo que no es necesario aplicar mucho para que el color quede nítido", asegura Marcelo. "Es importante usar poco para que se seque bien y quede fijo en la superficie".

¿Qué pasa si nos excedemos en la cantidad?

"Nunca terminará de secarse ni se fijará bien, pues esta capa se mantendrá húmeda, lo cual provocará que el producto se corra o transfiera a otras superficies, como las mascarillas que usamos cuando salimos".

También es importante que nos aguantemos las ganas de retocar el labial durante el día, pues la capa superior va a terminar humedeciendo lo demás y vamos a conseguir el efecto contrario: perderá fijación y se va a correr.

Evitar la sensación tirante

"Los labiales de larga duración tienden a dejar la boca tirante o sintiéndose seca", dice Marcelo, y agrega que esto pasa porque la piel reacciona a estos productos con rechazo, pues están formulados para quedarse varias horas ahí. "Para que esto no pase, hay que acostumbrar la piel, usando el mismo producto por al menos 15 días".

Hora de limpiar la cara

Para retirar este tipo de producto Marcelo recomienda usar desmaquillantes en formato bifásico o en aceite, ya qu remueven rápidamente sin provocar demasiada fricción en la superficie.

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