Cómo el mito de Hollywood ha afectado la sexualidad femenina

Sexo Hollywood Paula



La escena es clásica: Un hombre y una mujer se conocen en un lugar público, comen, beben alcohol, bailan y luego se van juntos a un departamento. Abren la puerta, entran besándose apasionadamente, él la toma contra la pared y en menos de cinco minutos ambos tienen el mejor orgasmo de sus vidas.

Esta escena no es de una película en particular. Se trata de un patrón replicado en muchas comedias románticas y producciones de acción que, al menos en lo sexual, se quedan en la ficción.

Aunque quienes crecimos viendo estas escenas entendemos que se trata de una película, para muchas y muchos es el único referente de cómo debe ser una relación sexual. Y la realidad es muy distinta. “Ni aunque se tratara de Brad Pitt, el orgasmo se consigue tan fácilmente”, bromea la doctora Karina Sequeira, ginecóloga de Clínica Dávila, quien cuenta que en consulta recibe a muchas mujeres -sobre todo jóvenes que están comenzando su vida sexual- que llegan muy frustradas porque lo que han visto toda su vida en películas no es lo que ellas han vivido en sus primeras experiencias sexuales.

“Tiene que ver con que no existe mucha educación sexual y se trata de un tema bastante tabú. Y es tan así, que hay chicas que me han preguntado, por ejemplo, si está bien o es normal que se masturben, porque creen que eso es algo que hacen solo los hombres”, cuenta. Y es justamente esa la clave para lograr un orgasmo y pasarlo bien en el sexo. “Lo primero y más importante es que las mujeres aprendamos a conocer lo que nos gusta y lo que nos hace sentir placer. Porque alcanzar un orgasmo no es sencillo, y en ese sentido, ver que una mujer en una película lo consigue fácilmente, puede confundir”, dice.

Karina explica que lo que suele pasar es que las chicas se excitan con el pololo, a veces rápidamente, pero cuando llega el momento del coito, de la penetración, pueden pasar muchas cosas que no permitan que el acto sexual sea placentero. “A veces están nerviosos, a algunas chicas les duele, y así es muy difícil que lleguen al orgasmo”. Por eso plantea que si llegan a su consulta preguntando por qué no pueden conseguir un orgasmo fácilmente, el consejo es que tienen que desaprender aquello que ha visto en películas y series. “Lo primero es que conozcan su cuerpo, que sepan dónde está el clítoris, que es un órgano que tiene una parte externa y una interna y que por ende hay mujeres que pueden conseguir un orgasmo con una penetración, como otras que no”, agrega.

Así, más allá de fijarse en otros referentes, las mujeres deberían sí o sí autoconocerse. “Antes de intentar cualquier cosa con otro, deberíamos siempre entender qué es lo que a cada una le gusta. Porque muchas veces –y también esto en muchos casos lo aprendemos de las películas– esperamos que el chico sepa qué hacer, y lo más probable es que él esté más perdido que nosotras. Por eso hay que conocerse, saber qué nos gusta y luego enseñarlo a la pareja”, dice. Y agrega que se trata de un trabajo complejo, porque la gran mayoría de las mujeres crecemos con información errónea. “Hay muy poca educación sexual y es un tema muy tabú, especialmente para las mujeres. Es muy poco habitual que una mamá le hable a su hija de masturbación”. Por eso es importante abrir este tema y que Hollywood o las películas no sean el único referente de las mujeres más jóvenes.

Por otro lado, hay que educar a los hombres porque son pocos los que se preocupan de saber cómo es el placer femenino. “Muchos creen que basta con que sean guapos y tengan calugas para que ellas se exciten”, dice Karina y concluye: “La expectativa que genera este tipo de imágenes en las chicas puede llegar a ser muy dañina, porque al no vivir esa experiencia piensan incluso que pueden tener un problema. Es esperable que si ven que las mujeres de las películas logran un orgasmo o se lubrican a penas las tocan piensen que ellas pueden tener alguna dificultad para excitarse”. Por eso hay que abrir este tema, enseñarles a conocer su cuerpo, a que encuentren su propia manera de llegar a un orgasmo y que disfruten el placer sin culpa. Luego, cuando lo encuentren, podrán disfrutar también de una buena película.

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