Después de un día de trabajo, salidas y otras actividades, todos nos sentimos cansados y con ganas de dormir. Incluso nuestras mascotas, que aunque no las veamos pasan sus días jugando, paseando de un lado a otro y descubriendo el mundo a su alrededor. Y así como nosotros buscamos colchones y almohadas que se adecúen a nuestras necesidades, los perros también necesitan lugares de descanso con características específicas.
Sin ir más lejos, al menos los perros necesitan más de ocho horas para descansar, reponer energías, retener la información del día y mantener un sistema inmune saludable. Las estadísticas apuntan a que de las 24 horas del día, los perros están activos el 20%, despiertos pero echados el 30% y durmiendo el 50% restante. Los cachorros, incluso, podrían dormir hasta 18 horas al día ¡más que un bebé humano!
De hecho, según el Gonzalo Chávez, “en los cachorros se dice mucho que el sueño o dormir es una técnica de aprendizaje para asimilar las enseñanzas aprendidas durante el día”.
Conociendo estos datos, se vuelve fundamental buscarles un espacio adecuado para su descanso, lo que además repercutirá en su comportamiento y habilidades sociales.
Son tres los principales aspectos que debemos considerar a la hora de buscar un buen colchón que asegure el descanso de nuestra mascota:
1. En primer lugar lo fundamental: el tamaño del perro. Así como un adulto no entra en una cuna, no podemos esperar que un galgo duerma cómodamente en la cama de un pequinés. Lo bueno es que en el mercado existen colchones y camas para perros de todos los tamaños, por lo que hay una buena variedad desde donde escoger. Acá también hay que considerar cómo duerme el perro, pues incluso si es muy pequeño, necesita una cama lo suficientemente amplia para que no se caiga, en caso que se mueva mucho.
2. Los perros tienen distintas tolerancias a la temperatura y sus cambios, por lo que se debe considerar un material lo suficientemente fresco o calentito, dependiendo de cada caso.
3. ¿Dónde duerme el perro? Y es que no es lo mismo si duerme en el patio o dentro de la casa con el resto de la familia. Si duerme en el interior, se recomienda dejarle un espacio cómodo y por lo general silencioso, o sea, no el living que es donde puede haber más movimiento. La esquina del dormitorio puede funcionar bien. Si duerme afuera, necesitará una casa que lo resguarde y mantenga cómodo durante todo el año, y que sea de un material que resista hongos y moho.
¿Puede el perro dormir en nuestra cama? Según Chávez, depende. “Si para la persona es problema, será un problema. Es como con los niños, no tiene que ver con el hecho en sí, sino que en cómo se establece la relación con la mascota”.