Esta flor de hojas carnosas es una planta perenne de la familia de las hortalizas asteráceas, tal como la lechuga. Aunque forma parte diaria de nuestra cocina, su historia se remonta al pasado y está rodeada de mitos. Se dice que Zeus se enamoró de Cynara ('alcachofa' en griego) y la convirtió en una diosa del Olimpo que, como castigo por una infidelidad, fue transformada en la primera alcachofa del mundo.
Hoy en Chile existen cerca 4.400 hectáreas destinadas a su producción, cuya gran mayoría se encuentra en la Región de Coquimbo, convirtiendo el Norte Chico en la huerta alcachofera del país.
La alcachofa es baja en calorías, antioxidante y antiinflamatoria, y es muy recomendada en las dietas que persiguen bajar de peso. Es rica en fibra, vitaminas A, B, C y E, potasio, calcio, magnesio y fósforo. Es un diurético excelente, útil para aliviar trastornos como la infección de vejiga y uretra, eliminar las piedras en el riñón, el exceso de ácido úrico y urea.
Poco importa el aspecto para elegirla. El truco es apretar la planta cerca del oído. Si escuchamos un crujido está fresca. Una vez cocida es preferible consumirla dentro de 24 horas, y para conservarla lo ideal es envolverla en plástico y refrigerarla. Si se compra con tallo, se puede mantener en agua, igual que una flor ornamental.
Fondos rellenos
8 fondos de alcachofas crudos
2 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de cebolla picada fina
3 cucharadas de perejil picado
4 cucharadas de pan rallado
5 cucharadas de queso parmesano rallado
5 cucharadas de almendras
2 cucharadas de jamón crudo picado
250 ml de vino
1 hoja de laurel
Sal y pimienta
Preparación:
1.En una olla saltear la cebolla en aceite, añadir sal y pimienta.
2.Retirar del fuego e incorporar el perejil picado, jamón crudo, pan rallado y las cuatro cucharadas de queso parmesano.
3.Rellenar con esta mezcla los fondos de alcachofa, espolvorear el queso rallado restante y distribuir en una olla o en una fuente para el horno.
4.Agregar el vino y la hoja de laurel. Llevarlo al fuego durante 20 minutos o hasta que el queso se vea derretido.