Este 24 de julio se conmemoró el Día Mundial del Autocuidado, para recordar a todas las personas que cuidar de nosotros mismos, tanto física como emocionalmente, es fundamental para nuestro bienestar. Pero también para recordar a padres y madres que el autocuidado es algo que se tiene que enseñar a niños y niñas, para que puedan al mismo tiempo alimentar su autoestima y prevenir problemas futuros. Neuronal- división de estudios de Urban Grupo de Comunicaciones-, realizó una investigación para el Programa para la Autoestima de Dove, en la que encuestó a 744 madres y padres de adolescentes en Chile, para entender cómo perciben la autoestima de sus hijos e hijas, y descubrir cómo la promoción del autocuidado puede mejorar la relación de los jóvenes con ellos mismos.
Más de la mitad de los encuestados considera que la autoestima es un trabajo que dura toda la vida, para valorarse a uno mismo más allá de los estereotipos impuestos por la sociedad, mientras que el 45% considera que la autoestima se puede fomentar a partir de la infancia de las personas. En base a esto último, es evidente la responsabilidad de los adultos a cargo de niños y niñas, a la hora de fomentar su amor propio, a través del autocuidado. De hecho, 6 de cada 10 de los encuestados considera que la autoestima se construye en el ambiente familiar, mediante hábitos en relación a la aceptación del propio cuerpo, y de ver lo bueno en la diversidad y en la propia belleza.
Aún así, un 74% dijo que es en la adolescencia cuando se sufren los principales problemas de autoestima, lo que hace pensar que, si bien ésta puede tener bases sólidas provenientes de la infancia, es a partir de los 12 años cuando todo lo aprendido se ve puesto a prueba. Según explican las personas encuestadas por Neuronal, esto se debería a que es durante esta etapa cuando el hostigamiento por parte de los pares se vuelve más frecuente, a que se ven bombardeados por mensajes que los afectan negativamente, y a que es más difícil tener una buena autoestima en la adolescencia por la presión que ejercen las redes sociales sobre su imagen.
Es tanto así, que aunque hasta hace algún tiempo el énfasis de muchas familias era conseguir buenos resultados en lo académico, el 70% de los padres y madres encuestados aseguraron que prefieren que sus hijos e hijas adolescentes aprendan a confiar en sí mismos, sepan escuchar sus propios deseos, y sean capaces de valorarse más allá de los logros escolares.
Para enseñar sobre autoestima y autocuidado, primero debes aprender tú
La mayoría de las personas que respondieron a este estudio, aseguraron creer que es a través del ejemplo como mejor se puede enseñar sobre autoestima y autocuidado. Pero para esto, los adultos tienen que tener los conceptos claros, y al mismo tiempo implementarlos en su vida diaria, pues ¿puede una mamá con baja autoestima ayudar a que su hija tenga una autoestima fuerte y positiva?
A través de su Programa para la autoestima, Dove publicó un “Kit de confianza”, con el objetivo de desarrollar la confianza corporal en los adultos y en los y las jóvenes que forman parte de sus vidas. El primer capítulo de este programa se llama “Valora tu cuerpo para ayudar a tus hijos”, y empieza diciendo: “Si quieres que tus hijos crezcan con una alta autoestima y confianza en su cuerpo, hay una cosa sencilla que puedes hacer. Aceptar y valorarte a ti misma y a tu cuerpo”. Es lógico y simple, pero hay que tomar en cuenta que el hecho de que una tarea sea sencilla no la hace fácil de ejecutar. Esto, pues aunque le repitamos a nuestros hijos e hijas que deben amarse por lo que son y no por lo que tienen o por cómo se ven, el mensaje no llegará del todo si ellos y ellas ven en nosotros una falta de amor propio.
Según se explica en el Kit de confianza, “las investigaciones demuestran que los padres, cuidadores, familiares y mentores que no están contentos con su cuerpo son más propensos a tener hijos que también experimentan una baja confianza con su apariencia física. Y lo que es más, se están perdiendo los beneficios de una mayor confianza corporal, incluidos una mejor salud física y mental, relaciones más felices y más confianza en el trabajo en casa”.
Pero ¿cómo podemos aprender los adultos a mejorar la relación con nuestro cuerpo, y de paso nuestra autoestima? El kit entrega 6 ejercicios:
1. Haz un viaje al pasado: “Mira fotos tuyas de hace unos año. Puede que te des cuenta de que, aunque no estabas satisfecha con tu cuerpo en ese momento, ahora te das cuenta que te ves bien”.
2. Agradece a tu cuerpo por todo lo que ha vivido: “Es natural que nuestros cuerpos cambien a medida que envejecemos. El tuyo es realmente increíble y tomarte un momento para agradecer a tu cuerpo lo que ha hecho puede aumentar la confianza en ti misma”.
3. No te compares con los famosos y las personas influyentes: “Recuerda que las imágenes que aparecen en los anuncios y en las redes sociales suelen estar digitalmente mejoradas de forma extraordinaria, mediante filtros, retoques y más”.
4. Reconecta con tu cuerpo: “Haz algunos estiramientos suaves de cuello y espalda, crea algo con tus manos o haz una respiración profunda y lenta para sentir el poder y la presencia de tu cuerpo”.
5. Céntrate en la positividad: “Comenta con tu hijo o hija las cosas que te gustan de tu personalidad, los logros y talentos de cada uno. Destaquen sólo aspectos positivos y traten de dar ejemplos concretos. Presta atención a las cualidades que tu hijo o hija admira en ti, y recuérdatelas cuando necesites un incentivo”.
6. Valorarse a sí mismo: “Habla con tus hijos sobre cómo te sientes con tu propio cuerpo. Céntrate e las cosas que valoras, haz hincapié en sus funciones”.