"Mi Dios es hambre", "Mi Dios es herida", "Mi Dios es chicano": escribió el poeta Raúl Zurita en los cielos de Nueva York en 1982, mientras Chile estaba sumergido en la dictadura militar. Fueron quince frases, de ocho kilómetros cada una, extraídas de su poemario La vida nueva, que dibujaron cinco aviones con letras de humo blanco silueteadas contra el cielo azul. Visibles a kilómetros, estas imágenes-palabras hablaban de dolor y redención, de lo bajo y lo elevado, de lo propio y lo universal, y lo hacían inscribiendo la lengua española, como gesto de validación de las comunidades hispanas de inmigrantes en Estados Unidos.
La acción poética –registrada en video nada menos que por el artista Juan Downey– es una de las piezas que se exhibirán en la muestra titulada Habitar el vacío, bajo la curatoría del historiador de arte Ramón Castillo. La exposición reúne a cuatro artistas chilenos de importancia capital: Raúl Zurita, Alfredo Jaar, Iván Navarro y Fernando Prats. Todos miran a Chile y al mundo desde adentro y desde afuera (Jaar y Navarro están radicados en Nueva York; Prats, en Barcelona; Zurita ahora está viviendo en Boston) y han tenido amplia influencia cultural.
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Raúl Zurita. La vida nueva, Acción Poética,1982.[/caption]
Todos, también, realizan obras que plantean profundas críticas sociales y políticas, elaborando lenguajes estéticos que desde lo subjetivo interrogan lo global. Para ello, ponen en tensión textos e imágenes, en un intento de hablar y mostrar situaciones cuya conflictividad es tan aguda que caen en el vacío, porque se resisten a cualquier representación simplista o banal. "Son artistas que viven en permanente movilidad física y virtual, en estado de alerta frente a los asuntos que afectan a los otros, lidiando desde la propia subjetividad con lo decible y lo indecible frente a la abrumadora realidad. A pesar del viaje o la residencia permanente en uno u otro país, los cuatro artistas cargan con su tiempo histórico y su localidad, como si fuera el alfabeto original a través del cual nombran lo personal y, a la vez, lo colectivo", dice el curador.
Por primera vez se concentran en un mismo espacio Zurita, Jaar, Navarro y Prats, íconos del arte chileno e internacional. Del 2 de junio al 16 de septiembre.
Jaar presenta la obra Un millón de destellos. El trabajo parte de una fotografía que el artista realizó en Angola, dirigiendo su cámara hacia el Atlántico, en dirección a Brasil, para hablar de una tragedia que sigue marcando a la humanidad: el embarco, hace ya cinco siglos, de más de cinco millones de esclavos africanos hacia Brasil. "Actualmente, se calcula en alrededor de 35%
(70 millones de personas) el porcentaje de la población brasileña que desciende directa o parcialmente de africanos", explica el artista. Los puntos de luz sobre el agua aluden metafóricamente a los más de 14 millones de africanos esclavizados.
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Alfredo Jaar. Un millón de destellos. Fotografía, 2005.[/caption]
Locales y globales a la vez, los artistas de esta exhibición elaboran poéticas personales para tratar conflictos que atañen al pasado, presente y futuro de la humanidad.
Iván Navarro presenta una obra de su serie ¿Dónde es la próxima guerra?, que ironiza respecto a la inseguridad y el conflicto bélico en el mundo. Para ello se sirve del formalismo de Josef Albers (artista alemán que hacía impecables composiciones cromáticas mientras el mundo estaba bajo la Guerra Fría), perturbando esta estética con textos de fuerte carga violenta. La obra particular es una especie de fosa de espejos, donde la palabra "Eccidio" (masacre, en italiano) se multiplica al infinito. La obra se refiere a una masacre ocurrida en Roma, en 1944, a manos del ejército nazi.
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Iván Navarro. Eccidio, 2012.[/caption]
Los trabajos de Fernando Prats hablan de la violencia de territorios remotos o devastados, que afectan dramáticamente la supervivencia cultural y la memoria de los habitantes. Ahora exhibe videos y dibujos que son producto de una acción realizada en Quillagua, un oasis a orillas del río Loa, donde aún sobreviven unos 100 descendientes aymará. Allí hay un cráter abierto, un cementerio con vestigios arqueológicos. El artista elabora imágenes sobre superficies impregnadas de humo donde imprime huellas de vestigios del paisaje. Y entrevista a los habitantes, estableciendo una relación íntima entre la fragilidad material y las condiciones de vida.
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Fernando Prats. Retratos de resistencia. Imagen del video de 2012.[/caption]