Que la piel que rodea los ojos necesite cuidados especiales se explica porque es esa la piel más delicada del rostro. Y aunque es un sector en que el paso del tiempo se manifiesta inevitablemente, es también donde se delatan el cansancio y estrés.
En particular las bolsas que se forman debajo de los ojos pueden tener dos orígenes: acumulación de líquido o de grasa. En ambos casos la presión empuja la piel de los párpados inferiores formando esa especie de saco. En muchas ocasiones el cúmulo de grasa periorbitaria es efecto de una predisposición hereditaria, lo que se acentúa con el paso del tiempo. En el caso de las bolsas por líquido o edemas, las causas pueden ser incluso reflejo de enfermedades, pero en general pueden tener que ver con trastornos del sueño (falta o exceso), consumo de alcohol o de demasiada sal, entre otros factores causantes de retención, aunque en este caso en algunas personas también existe una predisposición a presentarlas.
Las ojeras pueden ser efecto de distintas variables. Y aunque también se encuentra el factor genético en términos de pigmentación, igualmente se involucran elementos ligados a la mala alimentación, la deshidratación de la piel, la contaminación y, por supuesto, el cansancio, ya que el mal dormir o la falta de sueño provoca cierta congestión vascular, lo que se hace evidente en la delgada piel que se encuentra debajo de los ojos.
“La piel del contorno de los ojos es la más delgada y sensible del cuerpo”, explica la doctora Javiera Guarda (@drajavieraguarda), directora del Centro Estético SkinUp. “Además, es pobre en glándulas sebáceas, por eso se deshidrata fácilmente; tiene pocas fibras de colágeno y elastina, por lo que es la primera zona en sufrir envejecimiento y arrugas”, afirma.
La hidratación es algo esencial para tener una piel saludable en todo el cuerpo, lo que se hace aún más crucial en la zona de los ojos por su delicadeza; a ello se suma un elemento fundamental en la rutina diaria: el uso de protector solar. La Dra. Susana Ruiz-Tagle, dermatóloga y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, se refiere a este punto: “El envejecimiento de la piel por daño solar y el paso del tiempo producen hiperpigmentación u oscurecimiento de la piel, además afectan la calidad del colágeno y fibras elásticas”.
El consumo diario de por lo menos dos litros de agua y un buen descanso siempre serán un aporte para evitar estos signos de cansancio. Intentar dormir alrededor de siete u ocho horas puede marcar una gran diferencia, especialmente si se considera el intervalo que va entre las 11 pm y las 4 am, momento en el que la renovación celular alcanza su punto culmine.
¿Cómo podemos evitar una mirada cansada y el envejecimiento prematuro en la zona de los ojos? Las profesionales entregan algunas recomendaciones:
- “Mantenerla siempre hidratada y utilizar un tratamiento que combine una gran eficacia contra las arrugas, pero con una alta tolerancia para piel sensible”, señala la doctora Guarda. Además, para prevenir la caída prematura de los párpados superiores, ella aconseja incluirlos en la rutina de cuidado diario de la piel, aplicando el mismo producto para el contorno de ojos que se utiliza en párpado inferior. “No se deben refregar muy bruscamente los ojos con las manos y mantener la zona hidratada con sérums o tratamientos antiage”, concluye.
- “Las medidas más importantes son la fotoprotección estricta desde edades tempranas y no fumar”, dice la doctora Susana Ruiz-Tagle. Y en el caso específico de los párpados superiores, “el aseo suave y adecuado, humectación y protección ante la radiación ultravioleta. Estas acciones serán más efectivas mientras más precozmente se inicien”.