Muchas veces papás y mamás se estresan preocupándose porque no saben qué hacer para que sus hijos e hijas vean menos televisión. No encuentran juguetes que los estimulen lo suficiente y terminan, junto con varios otros, llenándose de polvo en cajas o repisas. Pero, si ven la televisión porque se entretienen con las historias y aventuras de sus personajes favoritos, ¿por qué no intentarlo con libros?

“La lectura no se enseña, se contagia”, escribe la Encargada de la Central Pedagógica JUNJI de Magallanes y Antártica Chilena, Claudia Wuth, en una columna publicada en la web de Crece Contigo. Y agrega: “Leer con y para los niños y niñas involucra toda una galaxia de significantes y logros para nuestros futuros adultos”.

Leer es un hábito que promueve la alfabetización, pero también la imaginación, el lenguaje y, como varios lectores y lectoras saben, es capaz de llevar a las personas a mundos distintos en los que pueden evadir sus realidades o buscar las respuestas que necesitan para solucionar sus problemas.

Inculcar la lectura en los niños es mucho más fácil de lo que la gente cree, porque no es un talento que se tiene o no”, dice la periodista y productora general de Radio Concierto y ávida lectora, Isidora Cousiño. “Sería una buena iniciativa que cuando se cae un diento, el conejito dejara además de los $500 un libro, aunque sea uno cortito o uno para colorear”.

La bibliotecaria Tamara Yáñez añade: “Tiene que haber alguien en la casa que lea, ya sea el papá, la mamá o hermano mayor, para que los niños y niñas vean que es algo entretenido, que hay algo ahí por descubrir. Puede sonar aburrido para los adultos, especialmente cuando están más ocupados, pero también es importante hacerse el tiempo para leerles en las noches o llevarlos a la biblioteca, que es un lugar donde pueden ver libros y decidir qué es lo que les gusta leer”.

Así como saben cuál es la película favorita de sus hijos e hijas, papás y mamás deberían saber qué tipo de libros les gusta leer. Especialmente porque, según cuenta Tamara, llegada la adolescencia los jóvenes se encuentran con un “muro” que los desanima con la lectura ya que los libros sugeridos en el plan lector de sus colegios no coinciden con lo que a ellos les gustaría leer.

“Los adultos los desanimamos, además, diciéndoles que lo que les gusta leer es una tontería o que deberían estar leyendo otras cosas. Hay que escucharlos y tratar de entender sus gustos”, dice la bibliotecaria.

Otra técnica para fomentar la lectura en los más chicos es, al conocer qué es lo que les gusta leer, intentar que se muevan lo más posible dentro de esas temáticas o géneros. “Así como les gusta ver la misma película de forma repetitiva, les gusta ver el mismo libro una y otra vez, entonces papás y mamás, así como una como bibliotecóloga, tenemos que mostrarles que existen más alternativas similares a la que eligen siempre”, dice Tamara.