Constanza Michelson: Si yo fuera hombre
La sicoanalista, columnista y panelista de radio Constanza Michelson (38), también autora del libro 50 sombras de Freud, recuerda que tenía apenas 12 años cuando entendió que tendría que andar con más cuidado por la vida y esforzarse el doble, solo por ser mujer. Acá juega a imaginar cómo sería si hubiese nacido en el cuerpo de un hombre.
Paula 1201. Sábado 18 de junio de 2016.
¿Cómo serías si fueras hombre?
Conversador, curioso, metiche, tendría la virtud/defecto de la ironía y el humor negro.
¿Cómo te llamarías?
Andrea o algún nombre unisex, para que al firmar mis columnas hayan dudas sobre mi género, y así no recibir comentarios del tipo "te falta pico" (que en mi caso sería de que me sobra).
Si fueras hombre, ¿habrías escrito un libro sobre amor y sexo?
Sí, pero con esa seriedad de lo masculino frente al saber. Y seguramente habrían hablado de mi libro en revista Qué Pasa, y mi libro sería más aburrido y angustiante para el lector: lleno de datos y estadísticas solo para validarlo.
¿En qué trabajarías?
En lo mismo que ahora, con el diván y la escritura. Aunque sospecho que me leerían más, y que tendría otro lugar en lo público. O, al menos, no me preguntarían majaderamente, si los pacientes se ponen libidinosos conmigo.
¿Serías un macho alfa, lacho o fiel?
Sería un alfa disimulado. Tipo Boric, que es feminista pero grita fuerte. Me daría pudor jugar al macho infiel, dominante y violento: una rasquería pasada de moda.
¿Serías guapo?
Puliría mi humor y mi ingenio, y no tendría músculos de gimnasio. Esto lo digo con la ventaja de saber que a muchas el musculoso o el que se dedica a ser muy mino, les genera rechazo. En general, queremos ser nosotras las minas.
¿Qué tipo de mujer te gustaría?
Inteligente, libidinosa y republicana. No digo bella, porque las mujeres inteligentes, libidinosas y republicanas saben cómo habitar el cuerpo, por lo tanto siempre son bellas.
¿De qué tipo de mujer te arrancarías?
De la que hace de víctima para manipular. Y de la que no lee ni el diario; desconfiaría de una mujer que no tiene ninguna preocupación más allá de ella misma.
¿Qué batallas darías como hombre?
Sería feminista de todas maneras. No podría jugar ni al rebelde, ni al rockero, ni al economista sabiondo si veo a mis compañeras de vida quedándose atrás.
¿Qué errores comunes entre los hombres evitarías?
El problema que tienen para lograr relaciones simétricas con las mujeres. Está el que intenta dominar todo el tiempo y está el "hombre vagina" que se somete a los designios de la mujer. Y cuando un hombre se deja moldear por una mujer, perdió: en la próxima curva esta dejará de desearlo.
¿Qué cosas disfrutarías haciendo que como mujer no puedes?
Salir a caminar de noche sola o subirme a la micro con un short y no tener miedo de que alguien se sienta autorizado a correrme mano y que, además, me tilde de provocadora.
¿Qué les envidiarías a las mujeres?
La habilidad de leer entre líneas.
¿Te casarías?
Sí, porque me gustan los rituales. Le dan humanidad y poesía a lo cotidiano. Además, no andaría de macho zorrón que juega al inalcanzable, tipo Felipe Camiroaga. Me parece demasiado histérico eso, nadie es tan importante.
¿Serías de los que piensan que ellos son más calientes que ellas?
No, y entendería que dado el machismo aún instalado, ellas se hagan las cartuchas para cuidarse.
En el acto mismo, ¿con qué sorprenderías a tu mujer?
Me concentraría en sus 360° de cuello, cual vampiro desesperado. Los hombres olvidan esa zona erógena tan privilegiada, capaz de irradiar placer a lo largo de toda la piel. Que si no la han declarado punto G, es porque hay demasiado sexólogo hombre pegado en los genitales.
¿Qué harías cuando ella no tuviera ganas?
No insistiría, aunque me quedaran doliendo los testículos. ¿Es verdad eso, o siempre fue una manipulación hacia nosotras? Como sea, me pondría misterioso, y en los próximos días me centraría en hacer mis cosas, para que ella me vea. En una de esas, le dan ganas de atraparme de nuevo.
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