La cosmética natural es más que aceites y jabones de barra envueltas en cáñamo”, descubrió el maquillador Marcelo Bhanu después de la clase en la que participó el fin de semana pasado a cargo de Ruda Holística. “Hay algo que automáticamente me detiene y me hace dudar de sus capacidades, características y de todo su potencial como producto, pero en algunos casos es real, y para poder entender cuáles son estos productos y bajo qué parámetros debemos considerarlos, hay que considerar algunas cosas”.

El maquillador dice que se trata de productos elaborados a partir de productos de origen natural que pueden ser derivados de animales, como es el caso de la cera de abeja; de origen vegetal, como las plantas y los fitoquímicos; o de procedencia mineral, como las arcillas. Hay otro grupo de ingredientes llamado semi naturales, como la glicerina, las ceras, proteínas hidrolizadas y otros similares en composición.

“Sus procesos de elaboración están normados y los ingredientes no provienen de organismos modificados genéticamente. Son amables y conscientes con el medio ambiente y su cuidado”, explica Bhanu, quien además hace un alcance importante: “No siempre son productos cruelty free, pero sí buscan evitar la experimentación con animales”. Por eso la miel se sigue considerando natural, aunque se deba a la labor de las abejas y por ende no sea considerada vegana.

Otro punto importante de las marcas de cosmética natural es que tratan de ser parte del comercio justo y colaborativo con comunidades locales para potenciar además a las pequeñas y medianas empresas. Para garantizar este aspecto, deben tener el sello de nomenclatura International Nomenclature Cosmetic Ingredient.

Al igual que los productos tradicionales, la cosmética natural es creada para el cuidado e higiene de la piel, uñas, cuero cabelludo, boca y genitales externos, así como para perfumar la piel y neutralizar olores corporales. “La nutrición en la piel proviene siempre de aceites vegetales cuando utilizamos productos de origen natural. Otra de las características de la cosmética natural es que es un complemento y no un remedio, ya que busca trabajar de la mano de tratamientos médicos y dermatológicos”, dice Bhanu.

En otras palabras, estos productos no son mágicos, pero sí sirven para acompañar otro tipo de tratamientos: “Pueden evitar que la piel quede demasiado expuesta tras un proceso de skin care básico o pueden acompañar un tratamiento médico que seca el rostro y los labios”.