No se trata de ser paranoicas, pero vivir una pandemia es una situación completamente nueva para la mayoría de nosotras y por eso es normal tener aprensiones y dudas respecto de las formas de contagio. Una de ellas es qué pasa con los alimentos que compramos en supermercados o verdulerías, y aquellos que pedimos por delivery. Si bien actualmente no existe evidencia de que el virus Covid-19 se transmita a través de la ingesta de alimentos, sí hay que tener ciertos resguardos con su manipulación.
Hace un mes salió una publicación del New England Journal of Medicine que señalaba que este virus podría permanecer en distintos tipos de superficies por tiempos diferentes: en el cobre hasta cuatro horas, en el cartón hasta 24 horas y en plástico y acero inoxidable o aluminio, hasta 72 horas. El director del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Aldo Gaggero, explica que esto depende de una serie de situaciones.
Una de ellas, es la temperatura al que está expuesta esa superficie y también la humedad. "Pensemos en una mesa donde se manipulan o se venden alimentos. Si alguien estornuda y sin darse cuenta deja una secreción respiratoria en la superficie o en algún alimento y esa mesa está en un lugar oscuro a una temperatura baja, por supuesto que ese virus va a durar más tiempo que si esta mesa estuviera al lado de una ventana donde llega la radiación solar. Esto debido a que los rayos UV destruyen las partículas", explica.
Según el experto, si bien se trata de un virus que es resistente en algunas superficies, la ventaja es que también es muy lábil a distintos agentes antimicrobianos como el alcohol, el cloro y los desinfectantes. Por eso la mejor manera de prevenir contagios es mantener estos productos a mano y utilizarlos de la manera correcta dependiendo del tipo de alimento que vamos a ingerir:
● Delivery: En este caso -aclara Gaggero- nos exponemos más en el contacto con la persona que trae el pedido, que con el producto en sí. "Si el repartidor llegase a tener el virus y no viene con mascarilla o da el vuelto con billetes, en ese contacto, podría haber una posibilidad de contagio", dice. Por eso, lo que están haciendo las empresas de delivery es que los repartidores dejen el pedido en conserjería o, si es una casa, en el suelo de la entrada para no tener contacto directo con la gente.
● Envases: Quienes reciben un pedido de comida a la casa, deben sacar la comida del envase, botarlo y luego lavarse las manos. Con eso se aseguran de que no exista un contagio a través de las superficies del envoltorio.
● Platos calientes o fríos: "Es mucho mejor pedir platos calientes o platos que aunque vengan fríos, se puedan calentar en la casa, ya que ese proceso de hervor o cocción destruye el virus. En el caso de las ensaladas, si eventualmente la persona que manipuló ese alimento estornudó encima sin mascarilla, podría haber dejado secreciones y entonces hay un riesgo si luego uno toma esa comida y se lleva las manos a la cara. Pero eso es poco probable porque se supone que la gente que manipula alimentos en restaurantes tiene un control sanitario", dice el experto.
● Frutas y verduras: Lo que usualmente se hace con estos productos es que se conservan en el refrigerador, pero estos virus a temperaturas bajas permanecen mucho más tiempo. Por eso lo que se recomienda es remojar en agua con cloro (¾ de cucharada de cloro por litro de agua) las frutas y verduras durante 15 minutos y luego lavarlas con abundante agua para sacar el cloro antes de guardarlas.
● La despensa: Como está comprobado que el virus vive un tiempo en las superficies, quienes vayan a los supermercados deben tomar medidas de precaución como guantes y evitar llevarse las manos a la cara. "Una vez que los productos llegan a la casa, si es que uno quiere estar completamente tranquilo, debería pasarles un paño impregnado con agua con cloro a cada paquete de tallarines o arroz, entre otros", explica Gaggero. De todas maneras, si los productos se guardan y no se manipulan en un par de días, el virus no debería sobrevivir. Pero sí es importante que quien guarde los productos que vienen desde el supermercado se lave bien las manos después de manipularlos.