Nuestro estigma internalizado ha hecho que de manera inconsciente y rápida nuestra mente asuma ideas sobre la vida de otros sólo por su tamaño corporal. Nos creamos una imagen, llena de hábitos y costumbres, que muchas veces se alejan de la realidad, limitando las oportunidades para la persona que tenemos frente. Obviamente es una acción automática, porque nuestra mente crea juicios acerca de todo lo que ve, por lo tanto es inevitable que en nuestro imaginario surjan prejuicios.

A pesar que este impulso es automático, depende de nosotros comenzar a ampliar los conceptos que asociamos a ciertos cuerpos, sobre todo porque muchas veces no sabemos de dónde viene o tampoco nos damos cuenta. Pero lo sí que sabemos, es que las personas de cuerpos amplios, grandes y gordos sufren a causa de este estigma inconsciente que tenemos como sociedad. Y esos cuerpos tienen heridas de trauma, discriminación y dolor.

La pregunta, es; ¿Cómo comenzar a incorporar nuevos conceptos a lo que es la imagen corporal? ¿Cómo abrir camino hacia nueva narrativas de los cuerpos de otros?

Mi invitación es a que comencemos a dar espacio de reflexión para que como personas sociales que somos, podamos ver a otro con ojos compasivos y empáticos, para dejar de asumir creencias limitantes sobre otros. Porque finalmente; Cuerpos vemos, historias no sabemos.

* Camila es Nutricionista – Health Coach (Instagram: @camilaquevedot).