Datos Paula: tres rituales para celebrar el solsticio de invierno




1. Renovar energías y llamar a la abundancia

“Durante el solsticio de invierno se celebra el regreso del sol a este hemisferio. El sol trae abundancia, energía, renovación, de ahí la importancia de festejarlo e invocarlo para que la abundancia llegue a nosotros”, dice Claudia Seguel, terapeuta del Espacio de Bienestar Besukha. Con esto en mente y como este año la fecha coincide con el Día Internacional del Yoga, es que crearon un festival en el que se le rendirá homenaje a ambas festividades.

El encuentro partirá con la preparación de una receta del sur de la India cocinada en una gran olla para simbolizar la abundancia; luego continuará con 108 saludos al sol, en una práctica pensada también para principiantes; luego un desayuno Pongal, pensado especialmente para dar gracias a la naturaleza por la abundancia; Taller Ayurveda y Yoga para transitar saludablemente al invierno; Meditación y canto de mantras; Baño de Gong, terapia de sonido para equilibrar las emociones; Kalari, práctica introductoria de este arte marcial típico de India; Yoga restaurativo y Pranayamas; y terminará con un Ecstatic Dance.

El festival requiere de inscripción y se realizará mañana en Hernando de Magallanes 1514, Las Condes.

Instagram: besukha.cl

2. Ceremonia del sol

Ejercer brujería hoy es mezclar antiguas costumbres paganas con creencias esotéricas actuales, todo con un enfoque en la relación con la naturaleza, la influencia de las palabras y la intención. Alejandra Farías es abogada, estudiante de psicología y se ha formado como terapeuta en varias disciplinas de medicina complementaria. Además, es bruja y sacerdotisa de Wicca, una forma de paganismo moderno que se conformó como religión a mediados del s.XX en Inglaterra. Este sistema de creencias celebra la divinidad y gira en torno a un conjunto de rituales y prácticas que se alinean con las distintas estaciones del año y las fases del sol. Por eso es que en solsticio celebran una de las ocho fiestas más populares e importantes del calendario de los brujos: Yule, festividad en la que se medita, se corrigen defectos y se trabaja en todo aquello que se quiere recuperar dentro del año que está comenzando.

Si bien en esta ceremonia -que se transmite via Zoom- participan principalmente alumnos de la Escuela de Magia, brujos de la comunidad o gente afín a esta práctica, está recomendada para todo tipo de personas. “Lo que yo recomiendo es que quienes quieran participar lleguen con algo de conocimientos para que entiendan el lenguaje brujo y saquen todo el provecho posible a este lindo ritual”, dice Alejandra Farías.

Link de inscripción:

https://www.facebook.com/share/Pcr6VPs9thtZSLEd/?mibextid=9l3rBW

3. Ritual con agua en casa

Gloria Huenchuleo, educadora tradicional y ceramista mapuche, dice que antiguamente la gente estaba mucho más conectada con la tierra. “En el solsticio decían que el día avanzaba a un paso de gallo y la noche retrocedía a un paso de gallo. Por eso se da la noche más larga del año”, comenta. Esto es algo que hoy nosotros, desde la ciudad, no somos capaces de percibir. Sin embargo, se trata del término y comienzo de un nuevo ciclo. “Después del rastrojo del otoño (rümü) viene una época en la que la tierra se limpia para nuevamente recibir las semillas, para que luego salgan los primeros brotes y después los frutos, que es donde termina el ciclo”, explica Gloria.

Por eso, en la cultura mapuche, durante el solsticio, las personas se bañaban en el río. “Decían que el agua de los ríos esa noche estaba tibia. El baño (müñetun) lo hacían para purificarse y así iniciar un nuevo ciclo, dejando atrás todo lo malo”, agrega. Después se reunían en familia en torno a un fogón, antes de que saliera el sol, para hacer una rogativa y agradecer todo lo que se cosechó; pedir que el nuevo ciclo traiga buenas cosechas y que las semillas que se planten den buenos frutos.

Por eso, quienes quieran sumarse a esta celebración pueden usar elementos de la naturaleza. Gloria recomienda mojarse la cara con agua pura o, si ese día llueve, ponerse bajo la lluvia para, al igual que hacían antiguamente en los ríos, purificarse y comenzar este nuevo ciclo dejando atrás todo lo malo. También se puede plantar una semilla. “Con esto le das a la tierra y después ella te dará sus frutos. Una relación recíproca de dar y recibir, como un gesto simbólico para pedir que este nuevo ciclo que comienza sea fructífero”, concluye.

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