De naturaleza nerviosa

Paula 1132. Sábado 12 de octubre 2013.

¿Qué ha sido lo peor y qué ha sido lo mejor de ser el director del Sernac?

Lo peor fueron las primeras semanas de exposición pública. Cuando estás en el ojo del huracán y no tienes experiencia, pasas hartos nervios; mi señora también pasó hartos nervios. Pero lo bueno es que estoy haciendo lo que me gusta que son los litigios y esta labor beneficia a muchas personas. Es bonito cuando la gente llama a la radio, por ejemplo, y agradece lo que se ha hecho.

¿Por qué tu señora ha sido parte del nervio?

Porque le da nervio que la embarre, me despache una cuña desafortunada o que vayan a tomar fotos a la casa.

¿Cuán cierto es Juan José Ossa que hasta que asumiste como director del Sernac estabas del otro lado? ¿Que eras un gran abogado que trabajaba para defender a las empresas en distintos estudios de abogados en los cuales te desempeñaste?

Eso es en buena medida cierto, pero con algunos matices. Yo partí mi carrera en oficinas de abogados conocidas y ahí generalmente a lo que nos dedicábamos era a defender empresas contra empresas; líos de empresas grandes. Pero yo, después, me independicé, hace como cuatro años y ahí ya no me llamaban las empresas grandes, me llamaban más bien las empresas chicas para defenderse de las empresas grandes o algunas personas que necesitaban una defensa. Entonces, ya estaba del otro lado de la mesa y me tocó, por ejemplo, defender proveedores a los que no les pagaban a tiempo, o demandar a compañías mineras. Creo que conocer los mercados y las empresas ha sido súper importante, más allá de que eso, obviamente, me ha traído algunos costos.

En algún momento fuiste parte de la oficina que defendió a Cencosud pero finalmente el Sernac ganó la demanda en contra de ellos. Horst Paulmann no te debe tener muy buena onda.

Nunca lo conocí, yo era un cabro de unos 25 años pero, claro, no me debe tener muy buena. Lo positivo es que ese tema lo manejamos súper bien, el gobierno sabía de todas las personas y empresas que había defendido perfectamente antes de nombrarme y lo hicimos público desde un principio. Pero siempre dijimos que todos los cuestionamientos son muy válidos. La ciudadanía tiene el derecho de saber quién los va a defender y nosotros tenemos el derecho de explicar por qué eso, lejos de ser un problema, es un aporte.

¿Vas a los alegatos del Sernac?

Por supuesto, ya me ha tocado dos veces la Corte Suprema. Alegué la causa contra BancoEstado, la causa contra Presto y hoy día en la mañana estuve listo para alegar la de las farmacias pero no se dio.

¿Es primera vez que un director de Sernac participa propiamente tal de juicios?

No es primera vez. Entiendo que José Roa como Juan Antonio Peribonio alegaron algunas veces. En mi caso, lo hago a menudo, porque es casi una cuestión incontrolable: realmente me gusta estar. Hay una razón de fondo también: mis cabros, los abogados jóvenes del Sernac que son todos extraordinarios, llegan a alegar un asunto menor y se encuentran con estos grandes abogados. Entonces nos parece que si está el director o el subdirector uno le transmite a la Corte que para el Servicio es importante.

"Tengo un dormir dificultoso, duermo demasiado liviano. No he logrado solucionarlo. De hecho, con esta pega he tenido un pequeño retroceso en la calidad del sueño".

¿Crees que la presencia de la autoridad ahí influye en los jueces?

No influye en los resultados pero sí en el transmitir que el asunto es importante, que hay que darle relevancia. También es una señal para la prensa y la gente; si uno el día de mañana pierde un juicio, siempre vas a poder decir "yo estaba ahí e hice todo lo que pude".

¿Cómo te tratan Juan José Ossa cuando entras a una tienda?

Nunca tengo muy claro si me reconocen o no. Me han pasado algunas cosas más o menos divertidas. El otro día fui a una farmacia a pedir un medicamento y me quisieron vender otro. La niña me miró y me dijo: "a usted lo conozco". Yo le dije: "soy el director del Sernac, usted me quiere hacer una canela; o sea, ¡qué le queda al resto!". En eso entró un caballero que se enojó mucho con la niña por otro tema y en un minuto le dijo: "Te voy a ir a acusar a José Roa". Ahí pensé: chuta parece que me ha faltado un poco de prensa.

Te faltan más años, José Roa estuvo como ocho.

Sí. Otra cosa que me pasó es que fui a cambiar unos zapatos y estaba el periodista Daniel Matamala cambiando un producto también, entonces me aterré que Daniel viera que a mí no me cambiaran los zapatos. Pero se los cambiaron tanto a él como a mí, así que no hubo problemas.

Parece que cambias hartas cosas, ¿eres seco para el cambio?

No, te juro que eso es lo único que he cambiado. Además, mi mujer y yo somos los únicos que no podemos hacer reclamos. Ella se muerde la lengua porque es una consumidora muy exigente entonces le da rabia. El otro día fueron a cambiar una cuna a mi casa y se demoraron tres semanas en llegar.

Ustedes, por estatuto, ¿no pueden hacer ningún alegato frente al Sernac?

Podemos, pero no lo hago para que nadie piense que lo estamos usando para sacar provecho propio.

¿Cuál es el defecto que más deploras de ti mismo?

Soy nervioso y me como las uñas.

Para calmar el nervio, ¿sexo, pisco sour, shopping, deporte o ravotril?

Todos los anteriores menos el shopping y el ravotril.

¿Cuántas veces en tu vida has recurrido al sicólogo o al siquiatra?

Muchas veces y desde muy chico.

¿Las razones para ir han ido cambiando o siempre ha sido la misma?

Bueno siempre van cambiando pero la única variable estable es que tengo un dormir dificultoso, duermo liviano.

¿Lograste solucionarlo?

No, la verdad es que con esta pega tuve un pequeño retroceso en la calidad del sueño.

¿Así que usas algún somnífero a la vena todas las noches?

No, he optado por el deporte, que ayuda mucho a dormir.

¿Melatonina no has probado?

No, no la he probado.

¿Marihuana?, la marihuana después del bajón de hambre da sueño.

¿Da sueño? En la universidad la probé.

Todos dicen la universidad, ¡pucha que se fuma pito en la universidad!

Bueno, es la etapa para hacerlo.

Si uno asume un cargo público imagino que debe fijarse en no fumar más un pito.

Se tiene que fijar en un montón de cosas. Creo que en lo que más hay que fijarse es en la exposición pública cuando uno anda carreteando. Hay que tener cuidado con esas cosas.

¿La tolerancia cero la cumples al pie de la letra?

La cumplía desde antes de que llegara al cargo.

Oye, y si esta entrevista al público no le gusta, ¿puede ir a reclamar al Sernac?

Que hablen directo con mi jefe de gabinete para que me atrinque altiro.