Paula 1121. Sábado 11 de mayo 2013.
Nada de prenatal. Desde que en diciembre pasado dejó Mucho Gusto, el matinal de Mega que condujo en dupla con José Miguel Viñuela por cuatro años y medio, la actriz no ha parado ningún segundo. Con fecha de parto estimada para el 20 de mayo, lo único distinto que hace hoy es que en lugar de levantarse a las 5:45 de la mañana, lo hace a las 7. Nada más. El resto sigue siendo trabajo, trabajo y más trabajo.
Por un lado se mantiene ocupada en cuajar junto a un equipo del nuevo canal 3tv -que pertenece al Grupo Copesa y que comienza sus trasmisiones a mediados de año por la frecuencia 22 en Santiago- el que será su programa, inspirado en los talk shows de Oprah Winfrey y Ellen DeGeneres y que aún no tiene nombre definido. No es coincidencia que ella sea la llamada para animar este formato: sus aptitudes como actriz de comedia y animadora calzan a la perfección. "Me gusta ser parte del génesis de un programa. Estamos formando equipo, oficina, contenido, es otro espíritu", dice motivada.
Además, acaba de terminar de filmar la serie En terapia, que también se estrenará en el mismo canal y que protagoniza Alfredo Castro. Sin tregua, ha tenido que grabar por adelantado junto a Stefan Kramer la tanda de comerciales para una multitienda de la cual es rostro y que además incluye su participación en el matinal Buenos días a todos, con una sección temporal que revisa historias de mujeres anónimas ejemplares. Todo esto, junto a la nueva película en la que trabaja junto a su pareja, el director argentino Diego Rougier, a quien conoció cuando encarnaba a Quena Larraín en la serie Casado con hijos y con quien tiene la productora Picardía Films. Con ella, rodaron Sal, la película que a ambos les valió premios a mejor director y mejor actriz de reparto en el festival de Los Angeles el año pasado.
"Sentía que ya tenía una casa, mi pareja y una vida de libertad para viajar, trabajar. Pero a los 35 empecé a pensar: 'Pucha no me vayan a pillar los 40 sin hijos, qué lata'. Entonces dejé de cuidarme para ver qué pasaba. Y pasó. Fue perfecto y lo más bonito que he vivido".
Con tanta pila y trabajo, ¿te vas a tomar postnatal?
No pienso hacerlo. Es que voy a hacer un mix porque como mi programa es diario y durará una hora, más una hora de pauta, el resto lo puedo hacer desde la casa. Entonces voy a trabajar todo el año, pero dos horas, que es menos que la media jornada de postnatal. Pretendo, incluso, llevar a la Mila al set de televisión. Lo tengo todo resuelto.
¿Cuándo vas a conocer a Mila?
El 20 de mayo. Pero yo quiero que sea el 21, que es cuando empieza géminis. Porque yo soy géminis.
Ah, entonces te caes bien.
Algunas partes, no todas.
¿Crees en el zodiaco?
Creo en todo: en los ángeles, vírgenes, buda. Soy muy creyente en general. Más que en el símbolo en sí, creo en el acto de la fe, entonces, cuando hay gente que le reza mucho a la virgencita de tal parte, creo que ese acto de la fe es el que mueve las circunstancias, independiente de la imagen que uno le ponga.
¿De qué eres devota?
De la Virgen del Carmen porque cuando fui a La Tirana, sentí la energía de ella. También de Kuan Yin, es la mujer buda y representa la bondad y la abundancia. A ella la conocí en Asia y tengo como siete figuras en mi casa, incluso siempre ando con una en mi cartera.
¿Rezaste porque pensabas que no ibas a ser mamá?
Esto es lo que me pasó: sentía que ya tenía una casa, mi pareja y una vida de libertad para trabajar y viajar. Podía visualizar una vida sin hijos y muchos viajes, pero entre los 35 y 36 años empecé a pensar: "Pucha no me vayan a pillar los 40 sin hijos, qué lata". Entonces dejé de cuidarme, pero no porque era una campaña, solo para ver qué pasaba. Y pasó. Fue perfecto y lo más bonito que he vivido.
¿Estás feliz?
Demasiado. Por ejemplo, antes jamás usé cosas apretadas porque mi guata me daba complejos y ahora uso todos los vestidos apretados, estoy empoderadísima con mi embarazo. Es un estado muy pleno y agradable. Físicamente estoy bien, dejé de carretear, nunca más amanecí con caña en la vida (risas).
¿Qué cosas tuyas le vas a traspasar a Mila?
La tolerancia, el respeto por todos. Me carga la gente que se siente superior a otra porque tiene más o porque estudió en tal parte, me molesta. También me gustaría inculcarle la capacidad de salir adelante; el niño amurrado me carga, me gustan los niños aperrados, que se caigan en el barro y que se levanten. Porque en la vida te vas a caer, y mucho, lo importante es levantarte, aprender y reírse.
APRENDÍ DE LA FARÁNDULA
Debutas con programa propio, ¿vamos a ver ese perfil chistoso y espontáneo que has consolidado como animadora de matinal?
Me gusta fusionar la actuación con el humor. Yo no soy una mina de choque, no me gusta que los invitados se sientan incómodos, al contrario, me gusta que jueguen, que no se sientan angustiados. La línea editorial es más abierta porque es un canal de corte periodístico pero con mucha libertad para asumir ese rol desde el humor.
¿Qué tanto de intuición le pones a tu rol de entrevistadora?
Ene. Yo fui siempre muy intrusa de chica y encuentro entretenido saber las cosas de la gente.
Pero hay gente que contesta con evasivas.
Es que si alguien no quiere hablar sobre un tema es súper respetable. El que no quiera hablar, también te da información.
En el matinal eras bien preguntona con los temas de farándula. ¿Qué tanto te interesa?
A mí no me molesta hablar del futbolista con la modelo. Es un tema de interés, pero no relevante a nivel periodístico. Y ese interés me dura solo cinco minutos.
¿Qué lecciones te deja haber pasado tantas horas de tus mañanas hablando de farándula?
Yo soy súper corazón de abuelita, entonces creía todo. Soy bien amiga de la Pamela Díaz, la amo. Ella me enseñó ene, porque al principio la veía que salía en el diario y la llamaba preguntándole: "¿estás bien?, ¿te duele que dijeran eso de ti?" Y ella me decía: "Saaale, es parte del show, chao". Aprendí que es un juego y hay que ser dura para jugarlo.
"Creo en todo: en los ángeles, vírgenes, buda. Más que en el símbolo en sí, creo en el acto de la fe, entonces cuando hay gente que le reza mucho a la virgencita de tal parte, creo que ese acto es el que mueve las circunstancias, independiente de la imagen que uno le ponga".
Anunciaste tu embarazo en la tele.
Aprendí de la farándula. Tenía 17 semanas y no le había contado a nadie, a excepción de mi familia. Preferí darle tres cucharadas a la papa y listo. Lo conté de una y se acabó. Nada de rumores. Fue un momento muy emotivo, me sentí querida por la gente.
O sea, eso del "cariño de la gente" es verdad.
Me impresiona que la gente te quiera porque sí. La otra vez fui a Antofagasta y una persona me pasó una ropita que había tejido para la Mila. ¿Cómo no me voy a sentir bien? Yo he tratado de hacer la pega lo mejor posible, pero para nada soy sor Teresa de Calcuta y aun así la gente te tira buena onda. Me emociona.