Quienes han experimentado la paternidad, saben que no todo es color de rosas. Las responsabilidades y las expectativas sumadas a los drásticos cambios que suele traer consigo la llegada de un nuevo integrante a la familia, no solo golpean a las mamás, en muchos casos remecen también los cimientos del papá. El estudio Forgotten Fathers: Postpartum Depression in Men (Padres olvidados: la depresión posparto en hombres) dirigido por especialistas de la Universidad de Nevada y Texas Tech University, deja constancia, precisamente, de esta realidad: los papás también sienten angustia y pueden experimentar sintomatología asociada a la depresión posparto tras el nacimiento de un hijo.
Aunque puede no resonar con muchos, lo cierto es que desde hace años se habla de depresión posparto en hombres dentro del mundo de la salud mental. De hecho, un meta análisis publicado en 2021, que recopila la información publicada sobre el tema, indica que un 10% de los hombres sufren de alguna forma depresión cuando llegan a la paternidad. El estudio Prenatal and Postpartum Depression in Fathers and Its Association With Maternal Depression dirigido por especialistas de la Universidad de Virginia agrega que el periodo más complicado se produce entre los 3 y los 6 meses posparto. Y agrega además, que existe una correlación positiva entre depresión materna y condiciones similares en los padres, es decir, ambos pueden atravesar por un estado patológico al mismo tiempo.
El psiquiatra especialista y director del Centro Clínico del Ánimo y Ansiedad, Raúl Sánchez confirma que se cree que la depresión posparto no solo se produce en mujeres sino también en hombres. “Es más frecuente entre los 3 y 5 meses pero puede darse dentro del año posterior al nacimiento”, agrega el doctor. Y explica que los síntomas son muy parecidos a los que se observan en episodios de depresión posparto en mujeres. “Lo que se ve es una alteración significativa en lo habitual o la forma en la que el hombre experimenta la vida y se manifiesta a través de una tristeza patológica”, comenta. Y es que, una de las características importantes que determinan el que exista un episodio depresivo que va más allá de los cambios de ánimo propios del día a día, es que el nivel de pena sea sustancial, al punto de dificultar mucho el funcionamiento cotidiano.
Según explica Raúl Sánchez, otra de las características de un episodio depresivo posparto es la anhedonia o la incapacidad de experimentar gratificación o placer asociado a eventos que antes sí generaban emociones positivas. “Hay una ausencia o limitación importante de la capacidad de disfrutar las cosas que la persona disfrutaba antes”, aclara Raúl Sánchez. El psiquiatra agrega que además, pueden presentarse síntomas como fatiga —incluso cuando se cuenta con instancias de descanso—, pérdida de capacidad cognitiva y alteraciones como dificultad en la comprensión, pérdida de memoria o de capacidad de concentración. “En los casos más graves, puede llegar a haber un nivel de desesperanza, de percepción negativa de la vida acompañada incluso de ideación suicida”.
“Lo que se ve es una alteración significativa en lo habitual o la forma en la que el hombre experimenta la vida y se manifiesta a través de una tristeza patológica”, comenta.
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Hablar del tema
Para muchos hablar de depresión posparto en hombres puede sonar a exageración o incluso fantasía. Algo casi sacado de una película de ficción. Lo cierto es que está lejos de ser material de entretención porque no se trata de un escenario al estilo del clásico de comedia de los 90, Junior. Protagonizada por Arnold Schwartzenegger y Ema Thompson, la película gira en torno a la premisa de que es él quien se embaraza voluntariamente para probar la efectividad de una droga que permite a los hombres ser gestantes de una guagua. Pero incluso cuando no son los padres los protagonistas en el embarazo, se ha demostrado que no solo la gestante sufre cambios durante este período. La ciencia ha comprobado con estudios que también los hombres experimentan cambios hormonales en la etapa posterior al parto. Y esto podría incidir en el desarrollo de una depresión. Investigadores de UCLA y de la Universidad de Southern California realizaron investigaciones sobre el tema y observaron que los niveles de testosterona en un papá pueden disminuir después del parto incidiendo en una mayor presencia de síntomas depresivos. “Siguiendo el nacimiento de un infante, se han observado disminuciones en los niveles de testosterona en padres y aumento de la sintomatología depresiva en ellos”, indica la publicación. “La testosterona paterna puede influir en los cuidados parentales y puede de esta forma incidir en el bienestar de la madre y de la familia”.
Pero los cambios hormonales son solo una de las piezas que se mueven en el transcurso de un embarazo para los padres. La revolución de la rutina y las dinámicas familiares que suelen producirse en los meses posparto son también un factor determinante en los hombres al momento de desarrollar cuadros depresivos. Raúl Sanchez agrega que otros factores de riesgo son el haber sufrido episodios depresivos previos o trastornos de ánimo o contar con antecedentes de problemas de salud mental en la familia. “Tener una personalidad más culposa, aprensiva o ansiosa también aumenta el riesgo”, señala el especialista. Más allá de todos los factores que puedan poner a un padre en mayor riesgo de sufrir depresión posparto, lo importante es ser capaces de reconocer las señales de alarma y pedir la ayuda necesaria. “Es un tema usualmente subdiagnosticado probablemente porque es una patología que se asocia mucho más con la mujer”, explica Raúl Sánchez. El especialista agrega que a esto se suma la tendencia en hombres a subreportar síntomas o, derechamente ignorarlos. “Es más probable que los hombres reporten menos síntomas emocionales, que no los compartan con nadie”, explica.
El psiquiatra explica que el tema de la depresión posparto en hombres puede ser un gran tabú, al punto de existir herramientas y tests que se usan como instrumento para diagnosticar la depresión posparto que disminuyen el puntaje de corte para considerar que existe un cuadro depresivo en padres y, así, compensar de alguna manera el subreporte que muchos de ellos hacen respecto de la sintomatología. “Es raro que los hombres consulten por esto”, explica Raúl Sánchez. El director del Centro Clínico del Ánimo y la Ansiedad explica que lo común es que la depresión posparto se visibilice en hombres cuando la madre consulta por temas propios y el especialista pregunta también por el estado de salud mental del padre.
Para muchos hombres esconder los síntomas de depresión o barrerlos bajo la alfombra pueden parecer formas de seguir adelante cumpliendo con su rol y solucionar el problema. Porque en miles de familias todavía predomina la creencia de que un padre debiese ser una figura sólida e inquebrantable. Sin embargo, adoptar esta actitud, a la larga, no solo los perjudica a ellos sino que a todo el grupo familiar, especialmente a los hijos. “La presencia de un padre que sufre de depresión posparto aumenta entre un 30% y un 50% la probabilidad de que el hijo también presente alteraciones emocionales y conductuales”, explica Raúl Sánchez. Agrega que también dificultan la capacidad de los niños de vincularse con el padre porque naturalmente hay un disminución de la capacidad de ejercer realmente ese rol paterno a cabalidad. Y es ahí dónde radica uno de los grandes peligros de experimentar este tipo de condiciones y no recibir el tratamiento apropiado. Los efectos de la depresión posparto tanto en hombres como mujeres, afectan el vínculo con el hijo, la crianza y su desarrollo emocional y cognitivo. Porque no basta con la presencia de un padre para que esta figura contribuya al desarrollo personal de los hijos. Y la forma en la que un papá pueda ser parte de la crianza de un niño, determina poderosamente su bienestar.