Dormir en verano: Consejos para conseguir un descanso reponedor pese al calor
Si después de dar vuelta la almohada varias veces para encontrar su lado más frío sigues acalorada, puede que las altas temperaturas te estén jugando una mala pasada a la hora de dormir. Y se trata de un verdadero problema, pues entre el calor que se vive durante todo el día y la ansiedad provocada por la pandemia y las restricciones preventivas, las personas ya están más irritables de lo normal. Si a esto le sumamos un mal sueño o la imposibilidad de dormir bien, tenemos una fórmula perfecta para el desastre.
Se supone que la temperatura ideal para dormir son 18 grados, algo alejado de los veintitantos que últimamente han acompañado las noches santiaguinas. Es por esto que no nos vendría mal tomar algunas medidas para enfriar el ambiente y asegurarnos un descanso reparador, que nos prepare para un nuevo día.
Pero antes de buscar ayuda externa, revisa si hay algún problema interno. ¿Transpiras de forma excesiva durante la noche? Hombres y mujeres de distintas edades sufren de sudoración nocturna excesiva, y esto más allá del calor puede tener otras causas que se deberían revisar con un médico tratante. En el caso de las mujeres, se puede deber a la pre menopausia o menopausia, al consumo de ciertos medicamentos, a problemas hormonales, bajo nivel de azúcar en la sangre y problemas neurológicos.
Descartadas patologías, es hora de convertir ese dormitorio en un lugar idóneo para dormir. Partamos por la cama. ¿Qué sábanas estás usando? Aunque te guste dormir con cierto peso, es hora de sacar pólares y franelas y optar por materiales como el algodón y el lino, que son mucho más respirables y que permiten una mejor ventilación. Una alternativa menos utilizada son las fibras de tencel, similares al algodón, pero mucho más suave, flexible y con un control de humedad súper eficiente, que además de aportar frescura previene la aparición de bacterias.
Lo mismo pasa con las fundas de las almohadas. Se recomienda optar por fibras de origen natural como el algodón y el lino, así como también por aquellas de seda o de fibra de bambú. Y evita tener muchas en la cama al momento de dormir; para la sensación de frescura menos es más, siempre.
¿Qué sistema de enfriamiento conviene en el dormitorio? Un ventilador de mesa hace el trabajo de bajar la temperatura y hacer correr el aire, pero a muchas personas les molesta el ruido. Y abrir las ventanas en algunos casos no es opción por los insectos, los sonidos externos o porque simplemente afuera hace más calor que adentro.
En climas secos y calurosos, los expertos recomiendan un aire acondicionado. Existen variedades que van empotradas a la pared y que se pueden camuflar usando muebles con rejillas que permitan el paso del aire. Sirven también los ventiladores de techo. En la playa, donde se siente más la humedad, funcionan mejor los enfriadores de aire. Es importante recordar que la temperatura de la habitación debería rondar los 18 grados y no menos, porque nada peor que resfriarse en verano por haber pasado frío durante la noche.
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