El boom en Chile: cervezas únicas

11/12/2009 Paula 1036

Hace seis años había cinco empresas de cervezas artesanales en Chile. Hoy, superan las 45 y venden más de mil millones de pesos al año.

Por Pilar Navarrete y Constanza Henríquez

De las 20 nuevas cervezas artesanales que se han lanzado este año en Chile, sugerimos tres:

K'usa: elaborada en Viña del Mar, tiene un recordable dejo acaramelado en sus variedades pale ale, golden ale y porter. Despachan a Santiago por cajas de 24 botellas de 330 cc ($ 18.000). Fono 09-9200 3881.

Faraona: en la planta de Rapel fabrican cuatro tipos de cerveza, todas de sabor intenso y un regustillo amargo. La venden en botellas de 330 cc a $ 1.000 c/u, en cajas de, mínimo, 9 unidades. Fono 09-8876 8419.

Perra Brava: fabricada en pequeñas cantidades por un agrónomo, se

elabora con agua extraída a 40 metros de profundidad de un pozo en Calera de Tango. Hay morena nativa y rubia. Reparte a domicilio por cajas de 12 unidades que cuestan $ 12.000.

Fono 09-8429 8001

Dos lugares para regodearse con cervezas artesanales chilenas:

Barado: de las casi 30 variedades que ofrece Adolfo Contreras, dueño de este pequeño local en La Reina, recomienda la marca Drakkar, de Frutillar. "La más rica es la De Abadía, que elaboran según una receta belga". Monseñor Edwards 1076, fono 716 0065.

Santo Barrio: de las ocho marcas que hay en su carta, el dueño recomienda la Szot Mil. "Es una cerveza que ha fermentado mil días en botella. Rompe el mito de que la cerveza artesanal tiene fecha de vencimiento". Av Brasil 109, Santiago Centro, fono 696 7292.

Origen distintivo

EL MUNDO DE LAS CERVEZAS se encamina hacia pequeñas fábricas que pueden ser visitadas como atractivo turístico de un pueblo. Kuntsmann lo hizo hace algunos años en Valdivia, cuando rescató la pureza del agua del sur. Y hoy lo hace la marca Mahina, en Isla de Pascua, cuyo particular sabor se debe a que se elabora con aguas de inmensa pureza, que provienen de las lluvias y que se filtran hasta las napas subterráneas a través de las piedras volcánicas del suelo pascuense. Los productores elaboran dos versiones: la pale ale, ligera y muy refrescante, y la versión negra, más gruesa, pensada para maridar pescados como el mahi mahi.