El cobre como protagonista

Paula 1182. Especial Moda, sábado 12 de septiembre de 2015.

Recién titulada de la carrera de Diseño, Catalina Ramírez de Arellano está desarrollando lo que ella denomina un "vestuario-joya": ropa femenina de líneas muy simples que se sofistican con la aplicación de piezas de cobre.

El cobre es una materialidad que desde hace un par de años se ha colado en el diseño de vestuario debido a sus propiedades antibacteriales, pero también como un elemento interesante por su color y brillo. Un buen ejemplo es el trabajo de la consolidada diseñadora chilena Luz Briceño, quien para su marca La Joya ha trabajado el hilo de este metal en vestidos y chalecos, entre otros. Un camino distinto es el que está tomando Catalina Ramírez de Arellano (24), viñamarina que en junio pasado egresó de la carrera de Diseño (mención Textil) en la Universidad de Valparaíso con un proyecto de título llamado Mineral: una mini colección de siete piezas –una pollera, tres poleras, dos vestidos y un polerón– en gamuza, gamusina, viscosa y neopreno, en una acotada paleta de azul, verde, burdeos, gris y negro. Prendas muy sencillas que bien podrían calificarse de minimalistas, hasta la entrada en juego del cobre en las aplicaciones en espalda, escote y detalles.

Siete piezas comprende hasta ahora la primera colección de la diseñadora. A fin de año pretende tener otras siete, también como prototipo, para luego lanzarse a recibir pedidos.

"Desde que comencé a estudiar Diseño me interesé en la joyería mapuche y en las potenciales aplicaciones de los metales en la moda, hasta que llegué al cobre, que me gustó especialmente por la relación con la identidad de Chile", dice Catalina, quien en Viña del Mar trabaja ya en la extensión de esta primera colección que está en etapa de prototipo.

¿Qué de la orfebrería mapuche hay en tus diseños?

Estudié la lógica y el significado de la joyería mapuche. En mis diseños hice una abstracción de esa referencia, reemplacé la plata que ellos usan por el cobre, y tomé como modelo la verticalidad en la manera de montar las piezas, el uso de módulos, los patrones y la composición geométrica.

¿Cuál fue la mayor dificultad para realizar estas piezas?

Tuve un ensayo y error con varias telas, elasticidades y cortes para ver cómo se comportaban en función del peso del cobre. Trabajé con una costurera y una orfebre por más de un año para que el diseño de vestuario y el de joyas dialogaran a la par; que ninguno compitiera con el otro. Además, para cuidar la tela de cada prenda, poder lavarla, guardarla y que no se deforme, ideé un sistema de desmonte de las aplicaciones de cobre.