El color de las flores

Es posible dar una base con acrílicos, trabajando sobre e­­llos con óleos, para llenar de ma­gia y textura tu lienzo.

Materiales

• Una tela rectangular del tamaño que de­see

• Pasta muro F 15

• Cola fría

• Trementina

• Una esponja

• Pinceles de diferentes grosores

• Acrílicos de color blanco, mantequilla, rojo de cadmio, carmín y amarillo de cadmio

• Óleos de color alizarín, carmín, sombra quemada, negro, blanco, ocre, violeta cobalto, violeta obs­curo, amarillo de Nápoles, azul cobalto, amarillo indio, tierra de siena quemada, ocre, sombra tostada, verde oliva y bermellón, todos de Acrilex.

Instrucciones

1. Mezcla pasta muro y una cu­cha­­rada de cola fría y aplica con una espátula de manera regular so­bre to­da la tela. Da una mano con óleo man­­­­tequilla y luego divide la tela en 6 recuadros similares, traspasa los di­bu­jos de las flores a la tela dejando una flor en cada recuadro.

2. Mezcla óleo ocre con trementina y aplica con un paño de ma­nera circular sobre el cuadro. Pinta las flo­res con una base de acrílico de los si­guientes colores: blanco para la pri­me­­ra, la tercera y la quinta flor, rojo de cad­mio para la segunda, acrílico carmín para la tercera y amarillo cadmio para la sexta. Pinta todas las ho­jas con ver­de oliva. Pinta la primera flor con ali­za­rín, la segunda con carmín, sombra tos­tada, negro, blanco y ocre. Pinta la ter­­­­cera flor con óleo violeta cobalto, blan­co, violeta os­curo y sombra quemada. Pinta la cuarta flor con sombra quemada, negro y amarillo Nápoles. La quin­ta flor se pintará con azul co­bal­to, amarillo indio y blan­co. Pinta la sex­ta flor con tierra de sie­na quemada, ama­rillo in­dio, ocre, som­bra tostada, rojo de cad­mio y negro. Mar­ca el re­cua­dro que en­cie­rran las flores, un­tan­do el de­do en el co­lor ber­mellón y deli­ne­ando el re­­cua­dro de ma­nera de de­jar una lí­nea es­fumada.