El debut de Teatro de Gerónimo

Con El año repetido, la primera parte de la trilogía Buenaventura, de Luis Alberto Heiremans, debuta como director Antonio Campos, el hijo de Cristián Campos y Claudia di Girolamo. Para que nadie diga que tiene santos en la corte, Antonio y su compañía Teatro de Gerónimo han sacado adelante este primer montaje a pura autogestión.




Con El año repetido, la primera parte de la trilogía Buenaventura, de Luis Alberto Heiremans, debuta como director Antonio Campos, el hijo de Cristián Campos y Claudia di Girolamo. Para que nadie diga que tiene santos en la corte, Antonio y su compañía Teatro de Gerónimo han sacado adelante este primer montaje a pura autogestión.

Fue hace siete años, en Morandé 750, en la escuela de teatro de la Universidad de Chile, que comenzó a fraguarse el montaje de El año repetido que acaba de estrenarse. Antonio Campos y Diego Ruiz eran dos de los 18 alumnos que habían entrado ese 2005 a estudiar la carrera y se habían hecho grandes amigos. Antonio ya tenía una visión: si algún día dirigía una obra, sería esa pieza cortita de Luis Alberto Heiremans, uno de los grandes escritores y dramaturgos de la generación del 50. La obra –que narra la historia de un hombre y una mujer que casualmente se encuentran en una pieza, mientras afuera Valparaíso celebra el Año Nuevo–, había impresionado mucho a Antonio, que transmitía sobre ella y sus ganas de dirigirla. A su lado, Diego Ruiz se reía y, con una palmadita en la espalda, le aseguraba que cuando ese día llegara, él lo ayudaría. Y así fue.

El año repetido es el debut de la compañía Teatro de Gerónimo que, además de estos dos amigos, integra la actriz Daniela Fresard, los que han llevado adelante este montaje a puro ñeque. "Por una postura, si se quiere ideológica, no quisimos postular nuestro primer montaje al Fondart. Queríamos demostrar que podíamos solos", dice Antonio Campos, hijo de los consagrados actores Cristián Campos y Claudia di Girolamo. Así es que echaron mano a sus ahorros, organizaron fiestas para conseguir más fondos y consiguieron que algunas marcas los auspiciaran con el cóctel para la noche del estreno. Pero también tuvieron que saber convencer a una actriz de peso que hiciera el papel de Rea, la ex vedette porteña, que requería a una mujer de unos 35 años; es decir, una actriz con trayectoria.

Esa mujer es María Paz Grandjean (El rucio de los cuchillos). "Siempre pensé en ella para ese papel, porque me gusta mucho la presencia escénica que tiene: es grande, muy chilena y guapa. No podía ser otra. Así que la llamé y le dije: 'María Paz, este montaje maravilloso te necesita'. Al día siguiente ella me llamó de vuelta y me dijo que sí. Ahí supe que tendríamos suerte", cuenta Antonio.

Hasta el 17 de junio, en el Teatro Sidarte, Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Bellavista. 

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