Paula 1120. Sábado 27 de abril 2013.

Creador de un sistema de corte y confección que se basa en el patronaje previo al diseño de cada prenda, el diseñador inglés Julian Roberts está convencido de que el diseño de moda es mucho más que hacer ropa. En su visita a Chile, invitado por Raíz Diseño, dictó una clase para enseñar su técnica y habló en exclusiva con Paula del competitivo momento que atraviesa la industria y la relevancia de internet y las redes sociales en su trabajo.

Diseñador y creador audiovisual, el inglés Julian Roberts (42) ha desarrollado una carrera basada en lo que para él es la clave en esta industria: concebirse a sí mismo más que como un diseñador de moda, como un artista.

Profesor de la prestigiosa escuela Royal College of Art de Londres, donde hace clases desde 2004, Roberts ha presentado trece de sus colecciones en la Semana de la Moda de Londres y dicta cursos de textiles y patronajes en más de ocho universidades alrededor del mundo, como Brighton University, TEKO University, en Dinamarca, y Glasgow School of Art, en Escocia.

Este año, y por primera vez, realizó una gira por Latinoamérica para enseñar cómo se realiza su técnica de patronaje llamada Substraction cutting, en la que el patrón se realiza previo al diseño final, dando espacio para formas y siluetas improvisadas. "Al ser experimental, este sistema permite que uno descubra el diseño sin tener una concepción previa, lo que permite descubrir cosas que uno ni siquiera se había imaginado", cuenta Julian.

Partiste tu carrera hace casi 20 años. ¿Cómo ves que ha cambiado la industria?

Esta industria se trata de moverse, cambiar, gustos e ideas nuevas, por lo que siempre hay que mantenerse al tanto de lo que pasa y estar abierto a explorar. La novedad hoy es que la moda está pasando por una época en la que es importante el tema ético. En un mundo en el que la economía de consumo ha colapsado, hemos llegado a un punto en el que la gente y los diseñadores se están preguntando qué es lo que en realidad necesitan, qué realmente es lo que vale la pena y qué debe ser gratuito o cobrarse. Parte importante de mi decisión de hacer una gira y enseñar mi técnica tiene que ver con eso. Creo que como diseñadores debemos compartir las buenas ideas y aprender los unos de los otros.

La industria de la moda se inscribe en el consumo. ¿Cómo, entonces, se enfrenta esta etapa de cuestionamiento del sistema del que hablas?

Los diseñadores debemos mostrar que nuestro trabajo no solo tiene que ver con el consumo. La gente ve en general solo el resultado, la prenda, pero no cómo se hace ni todo el proceso que existe detrás. Si la gente supiera cuántas personas han tocado cada prenda antes de que la compren se sorprenderían. Para mí es fundamental tocar las telas, cortarlas y desarrollar la construcción de cada una. Eso es una prueba del amor que uno le pone a su trabajo. Algunos diseñadores creen que su rol es solo diseñar la pieza, pero eso no debe ser todo.

¿Cómo compite un diseñador contra el retail y tiendas de fast fashion?

Es díficil, pero uno debe tener claras dos cosas: ese tipo de marcas son baratas y copian, por lo tanto, lo primero que uno debe hacer son diseños difíciles de copiar y después mostrar el valor que tiene el diseño. Mostrar el proceso y todo el trabajo que hay detrás, cosa que este tipo de tiendas no tienen. Por eso hago clases donde muestro cómo trabajo y hago videos y los subo a mi página web, donde todos pueden ver lo que hay detrás de cada prenda de mi colección.

Internet y las redes sociales son claves, entonces, en tu trabajo.

Absolutamente. Soy un fanático de todas esas plataformas, y uso activamente facebook, tumblr e instagram para mostrar mi trabajo o mis fuentes de inspiración. Para algunas marcas lo más importante es tener millones de seguidores que pongan "me gusta" a todo, pero no para mí. Lo que busco es conectarme con personas alrededor de todo el mundo que valoren mi trabajo, que lo entiendan.

Internet también ha democratizado el sistema de especialistas de moda.

Efectivamente, pero creo que como diseñador es importante tener una visión amplia de qué significa el diseño y no concebirse a uno mismo solo como un diseñador de moda, porque esta es una industria en la que mucha gente, de diferentes áreas, puede entrar. Muchos de los mejores diseñadores no estudiaron diseño ni nada relacionado. Un gran ejemplo es Vivienne Westwood, que partió como dueña de una tienda en King's Road, en Londres, donde tocaban bandas punk. Esa fue su influencia. Uno tiene que estar preparado para que la competencia y las críticas vengan de diferentes partes, pero uno también tiene que estar abierto a cambiar y quizás explorar y combinar la moda con diseño gráfico o contenido audiovisual. Los diseñadores debemos ser mucho más que personas que hacen ropa.