En el libro Swimmer In The Secret Sea, el autor estadounidense William Kotzwinkle —reconocido por sus relatos de fantasía como la adaptación literaria de la película E.T.— aborda una temática completamente diferente. Si bien Nadador del mar secreto es también un relato de ficción, pareciera casi un testimonio que da cuenta de la secuencia de hechos que vive un padre ad portas del nacimiento de su primer hijo, cuando las cosas no salen como se esperaba.
John, el protagonista de la historia, narra en esta breve historia sobre cómo experimenta un padre la pérdida de un hijo que no alcanzó a nacer. Y cómo, de pronto, pasa de ser un futuro papá a vivir una paternidad perdida y negada por el entorno.
Si bien el duelo perinatal es un tema que se ha abordado de manera recurrente en las últimas décadas, hay un vacío que no se suele considerar: el de los padres. Un estudio publicado en la revista JAMA Psychiatry, da cuenta que cerca del 15% de las mujeres experimentan duelo perinatal o depresión después de un aborto espontáneo, un parto fallecido o una muerte neonatal. Esta estadística da cuenta del significativo impacto emocional de la pérdida perinatal en las mamás y confirma la importancia de brindar apoyo y recursos para ayudarlas a enfrentar el duelo y los desafíos de salud mental después de una pérdida. A pesar de que se trata de un duelo todavía poco visibilizado, en Nadador del mar secreto William Kotzwinkle plantea que, en el caso de un padre, esta pérdida también se vive pero se reconoce poco. Porque el lazo que une a un padre o madre con un hijo se comienza a establecer incluso antes del nacimiento y puede ser tanto una fuente de alegría como de profundo dolor.
Leslie Araya, Psicóloga Clínica Perinatal especialista en duelo y Terapeuta Certificada EMDR, explica que el duelo perinatal es el proceso que experimentan los padres cuando sufren la pérdida de un hijo durante la gestación, el embarazo, el parto o poco después del nacimiento. La especialista explica que, según su experiencia clínica, este duelo suele manifestarse a través de la negación, la ira, la tristeza, entre otras emociones. “Es un dolor inexplicable, los padres lo señalan como una montaña rusa, un día pueden sentir que están arriba sintiéndose un poco mejor, recibiendo aire, pero otras veces sienten que caen al vacío, a veces tienen miedo, otras culpa, confusión, tristeza intensa”, comenta. “No hay una línea de tiempo, no hay predicción en el duelo”. Y esto es real tanto para las mujeres que viven la pérdida de un hijo como para los padres.
A pesar de la creciente visibilidad del duelo perinatal, Leslie señala que son principalmente las mujeres quienes consultan en una primera etapa. Sin embargo, destaca que cada día, gracias a la mayor conciencia y disponibilidad de recursos de apoyo, los padres también se han atrevido a buscar ayuda. “Además de psicoterapia, hoy en día existen grupos de apoyo exclusivos para hombres y en instancias colectivas como el ‘Día del recuerdo’ existe también un espacio para ellos”, comenta la psicóloga. “Sin embargo, aún hay un estigma para los papás”.
El duelo de un padre se diferencia del de una madre en la forma en que se manifiesta y se aborda. La especialista destaca que los padres pueden sentirse presionados para ser fuertes y actuar como apoyo para sus parejas, lo que a veces dificulta expresar y procesar su propio dolor de manera abierta. Las expectativas sociales y culturales también desempeñan un papel significativo en el proceso de duelo de un padre durante la pérdida perinatal. “Muchas culturas suelen tener expectativas rígidas sobre cómo los hombres deben manejar sus emociones”, explica Leslie. “Esto puede dificultar que los padres expresen su dolor de manera abierta”. Además, las expectativas de género pueden hacer que los padres sientan que deben ser el “pilar fuerte” de la familia, lo que puede dificultar su capacidad para buscar apoyo emocional. Los padres en duelo manifiestan menor apoyo percibido por parte de la familia y los profesionales, explica Leslie. “Las personas suelen preguntar ‘¿cómo está tu esposa?’, invisibilizando también que el dolor es familiar y no sólo de la madre”.
En este ecosistema parental, la especialista resalta la importancia de buscar apoyo de profesionales especializados y permitirse sentir y expresar emociones. Además, enfatiza el papel crucial del apoyo de las parejas, la familia y los amigos en ayudar a los padres a hacer frente al duelo perinatal. Un concepto erróneo común, según la psicóloga, es la idea de que los padres deben “superar” rápidamente el duelo para apoyar a su pareja. “Es importante reconocer que el duelo perinatal es una experiencia válida y única para cada individuo, independientemente de su género”, subraya.
Cifras estimadas indican que, uno de cada cuatro embarazos termina con una pérdida mientras que, cada año, más de 5 millones de niños nacen sin vida o mueren durante la primera semana. En una revisión sistémica de las investigaciones disponibles publicada en 2020 en la revista BMC Pregnancy and Childbirth, se explica que los hombres muestran una tendencia más prevalente que las madres a incurrir en comportamientos compensatorios después de una pérdida.
Los hombres además, muestran mayores comportamientos evitativos y presentan más dificultades para acceder a apoyo emocional. Sin embargo, la publicación destaca que la mayoría de las investigaciones en torno a duelo perinatal se concentran en mujeres y la experiencia de madres y pérdida. Leslie Araya, Psicóloga Clínica Perinatal especialista en duelo y Terapeuta Certificada EMDR explica que, en un caso de duelo perinatal, es crucial enfatizar el apoyo mutuo entre los miembros de la pareja. “Ambos padres experimentan un profundo dolor y pérdida, y el camino hacia la sanación puede ser especialmente difícil si no se comparte y se aborda de manera conjunta”, explica. Según la especialista, es importante reconocer que el duelo perinatal afecta profundamente a ambos miembros de la pareja y que el apoyo y la comprensión recíproca son fundamentales para superar esta experiencia devastadora.